Ribera hizo esta consideración en el foro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, donde señaló que el litoral concentra “un porcentaje muy importante” del PIB y de los ciudadanos que residen en España.

Subrayó que su departamento ha trabajado en un plan frente a los efectos del cambio climático en el litoral considerando qué puede hacerse desde tierra con el urbanismo o la construcción de infraestructuras y desde el mar porque el cambio climático puede cambiar la dinámica de las olas.

Así, indicó que la protección del litoral implica que puedan construirse “barreras físicas tradicionales” o aplicar soluciones basadas en la naturaleza como dunas o humedales, dejar que la dinámica de la costa vaya modificando el perfil del litoral o el cambio de alguna situación ubicada en primera línea de la costa.

Ribera recalcó que la actual Ley de Costas es “buena”, aunque debería actualizarse porque las normas “pueden ir envejeciendo”, y “da margen para integrar respuestas adecuadas para los desafíos que plantea el cambio climático”.

“Tenemos un poco más complicado el reglamento de costas porque quedó muy desvirtuado y con mucha complejidad tras la reforma de 2013, y con todo mantenemos su aplicación hasta que se pueda hacer una revisión un poco más completa y compacta”, apuntó, antes de concretar: “Debemos ser extraordinariamente responsables en la gestión de nuestro litoral y esto es algo que corresponde a los tres niveles de administración”.

A este respecto, destacó: “Es obvio que, desde el punto de vista del crecimiento de la presión sobre el litoral, hay que ser extraordinariamente cuidadosos con los nuevos desarrollos. Hay que tener mucho cuidado con dónde y cómo se producen para no incrementar el problema al que nos tendremos que enfrentar en los próximos años”.