LOS REYES Y LOS PRÍNCIPES DE ASTURIAS DAN EL ÚLTIMO ADIOS AL GUARDIA CIVIL RAÚL CENTENO
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Los Reyes de España acompañaron hoy a los familiares y compañeros de Raúl Centeno, el guardia civil asesinado ayer por ETA en la localidad francesa de Capbreton, en el funeral oficiado en memoria del fallecido.
En el acto también estuvieron presentes, entre otros, los Príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy.
En el funeral, que se celebró en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil de Madrid, el Rey impuso al agente fallecido a título póstumo la Cruz de Oro de la Guardia Civil y la Medalla de Oro al mérito policial, que más tarde fueron entregados, junto a la bandera española, a los padres del agente asesinado por ETA.
El féretro llegó a las 11.50 horas a la Dirección General de la Guardia Civil procedente de la base aérea de Getafe (Madrid), en donde aterrizó el avión que transportó los restos mortales de Centeno desde Burdeos (Francia). A la espera del comienzo del funeral, el féretro fue depositado en la capilla ardiente instalada en el interior de la casa cuartel.
El ataúd estuvo acompañado en todo momento por los parientes de Centeno, entre los que destacaba su hermano, visiblemente afectado.
Poco después empezaron a llegar las personalidades y los primeros en aparecer fueron el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Tras ellos, fueron llegando los ministros de Defensa, José Antonio Alonso, de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y de Administraciones Públicas, Elena Salgado, así como el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes.
Sobre las 12.45 horas apareció en el lugar del funeral Zapatero, y, cinco minutos después, hizo lo propio Rajoy acompañado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Todos ellos se dirigieron en primer lugar hacia los familiares, quienes esperaban el comienzo del acto frente al altar instalado para la ocasión.
Los últimos en llegar fueron el secretario general del PP, Ángel Acebes, el presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, completaron la representación política.
También estuvieron presentes los mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional así como el embajador de Francia, BrunoDelaye, acompañado por una delegación de la Gendarmería francesa.
PIQUETE DE HONOR
Sobre las 13.00 horas y entre aplausos llegaron los Reyes y los Príncipes de Asturias, quienes, tras saludar a las autoridades políticas, militares y policiales, se acercaron hasta donde estaban situados los familiares para ofrecerles su pésame. La princesa Letizia fue quien más tiempo estuvo con los parientes de Centeno y se detuvo un buen rato para abrazar a la madre del fallecido.
La marcha fúnebre recibió al féretro con los restos mortales de Centeno, portado por ocho compañeros del Grupo de Apoyo Operativo de la Guardia Civil, quienes lo depositaron frente al altar, justo delante de donde estaban situados los familiares de Centeno. Tres coronas de flores fueron depositadas en torno al ataúd, que estaba cubierto por la bandera de España.
El piquete de honor estuvo formado por tres hombres y tres mujeres del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Aumada, en uniforme de gala.
Sobre las 13.10 comenzó la misa en honor del fallecido, oficiada por el Vicario General Castrense, Ángel Cordero Cordero, quien destacó en su homilía que "el trágico y vil atentado terrorista" que se cobró la vida de Centeno "nos ha sumido a todos en el dolor".
El Vicario también tuvo palabras para el otro agente de la Guardia Civil víctima del atentado, Fernando Trapero, quien se encuentra en estado crítico ingresado en el hospital Côtes Basque de Bayona (Francia).
Cordero se refirió a los etarras y dijo que "están atrapados en una espiral de violencia y se han convertido en mensajeros de muerte". Hizo en llamamiento para que los terroristas "salgan de su ceguera y abandonen el camino de la destrucción".
Tras la misa, el Rey impuso al féretro la Cruz de Oro de la Guardia Civil y la Medalla de Oro al mérito policial. Después se celebró el homenaje a los caídos de la Guardia Civil -entre ellos los 206 asesinados por ETA-, que consistió en una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a todos los agentes muertos en acto de servicio, acompañado todo ello con el himno "La muerte no es el final".
El acto se cerró con el himno de la Guardia Civil, que fue recibido con aplausos y gritos de "¡Viva Raúl!, tras lo cual tanto los familiares como las autoridades empezaron a abandonar el lugar.
Se produjeron varios altercados a la salida de la sede de la Dirección General de la Guardia Civil. En el exterior, varias decenas de personas abuchearon a Zapatero y al ministro Alonso y se oyeron gritos de "fuera, fuera" e insultos como "traidor" o "cabrón". Todo lo contrario sucedió con la salida de Rajoy, Aguirre y Gallardón, quienes fueron recibidos por la multitud entre aplausos.
Tras el funeral, el féretro fue transportado a la Catedral de la Almudena en donde se celebrará una ceremonia privada a la que tan sólo asistirán los familiares y los compañeros del Guardia Civil asesinado ayer por ETA.
(SERVIMEDIA)
02 Dic 2007
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