Los Reyes llegaron pasadas las 11 de la mañana a la Plaza del Ayuntamiento, donde fueron recibidos por las autoridades civiles y militares. Entre otros, asistieron a la recepción el minstro de Defensa, Julián García Vargas; el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Ramón Porgueres.

El Rey, que vestía uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, pasó revista a las tropas que le rindieron honores en la Plaza del Ayuntamiento. Don Juan Carlos y doña Sofía saludaron al numeroso público congregado en los aledaños de la plaza.

En la entrada de la catedral, los monarcas fueron recibidos por el cabildo catedralicio, presidido por elcardenal primado de España, Marcelo González Martín, que fue el encargado de oficiar la misa.

En el acto litúrgico, el cardenal primado leyó un mensaje del papa Juan Pablo II invitando a la familia castrense a sumarse al renovado espíritu cristiano. El cardenal recordó a los asistentes que su condición de militares nunca debe quedar supeditada a su condición de cristianos.

González Martín dedicó unas palabras "de admiración y gratitud" para los legionarios enviados a Bosnia. El cardenal confió enque su misión concluya "con el establecimiento de la paz estable en medio de la situación de desesperación que viven estas naciones de Europa".

Tras la misa, los monarcas se trasladaron a la plaza de Zocodover, donde presidieron un desfile militar de las banderas y de los regimientos de Infantería de España.

Posteriormente, se desplazaron hacia la Academia de Infantería para descubrir una placa, firmar en el libro de honor y asistir a una recepción oficial.