11-M

LOS REYES PRESIDEN EMOCIONADOS LOS FUNERALES POR LAS VICTIMAS

- Sentido homenaje entre los centenares de asistentes, muchos de los cuales siguieron la ceremonia desde la calle

MADRID
SERVIMEDIA

Hoy no llovía en Madrid, aunque la ciudad lloraba de nuevo. Familiares y amigos de las víctimas de la masacre terrorista que azotaba la ciudad hace hoy un año se unían a la Familia Real y las autoridades políticas presentes en la ceremonia religiosa oficiada por monseñor Rouco Varela en la Catedral de La Almudena.

La Familia Real al completo, el presidente del Gobierno y su esposa, el presidente del Congreso (Manuel Marín), el presidente del Supremo (Francisco José Hernando), la presidenta del Constitucional (María Emilia Casas), el Defensor del Pueblo (Enrique Múgica), la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital, encabezaban la lista de autoridades, junto a representantes de todas las instituciones y organismos del Estado y representantes de la vida económica y social, que plagaban las primeras filas.

En el altar, el Arzobispo de Madrid ofició la ceremonia, acompañado por el Nuncio del Papa en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, y el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, junto a otros obispos y arzobispos.

La catedral, completamente abarrotada, se estremecía de emoción con las primeras palabras del arzobispo: "Mis queridos familiares de las víctimas de los atentados terroristas del pasado día 11 de Marzo". A partir de este punto, un silencio sepulcral, sólo alterado por algún que otro sollozo, acompañaron este oficio, en que el dolor y el recuerdo a las víctimas fue el protagonista, aunque con menos intensidad que hace un año.

La ceremonia concluyó con la misma sobriedad con que comenzó. Los Reyes abandonaron la Catedral entre los aplausos espontáneos de los presentes, para ser despedidos a pie de escalera por monseñor Rouco Varela, ante la mirada de los cientos de ciudadanos que se concentraron en las inmediaciones de la Catedral.

La ceremonia, que duró algo más de 70 minutos, supuso el punto y final a una jornada de actos de homenaje que arrancaba a la misma hora en que se produjeron las explosiones en las tres estaciones de Cercanías (Santa Eugenia, El Pozo y Atocha), y frente a la calle Téllez.

(SERVIMEDIA)
11 Mar 2005
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