Sus Majestades ofrecieron una breve recepción, junto con los Duques de Lugo, a una delegación de 157 deportistas paralímpicos que lograron terminar sus pruebas entre los ocho primeros puestos.

Don Juan Carlos dio la bienvenida a los deportistas, a los que felicitó por el "éxito" que alcanzaron en Sydney, "que es motivo de orgullo para todos los españoles".

"Creo sinceramente en los valores que dan cuerpo al movimiento paralímpico: el afán de superar las dificultades con entusiasmo y isciplina, y la legítima satisfacción de mejorar con este esfuerzo vuestra vida y la de cuantos os rodean", apuntó el Monarca en su discurso.

El rey aseguró conocer "por experiencia" las ventajas "del espíritu de equipo, que forja la voluntad y es una magnífica escuela de convivencia".

"Me consta que compartís esta convicción y que sois perfectamente conscientes de su importancia en vuestra preparación", dijo Juan Carlos a la delegación de deportistas.

Por su parte, el presidente del Comité aralímpico Español (CPE), José María Arroyo, destacó que el año 2000 "consolidó" en España el deporte practicado por personas con discapacidad, ya que, según añadió, nuestro país consiguió "la mejor clasificación de su historia" en estos juegos, con más de 100 medallas, sólo superada por Australia y Gran Bretaña.

Arroyo señaló que estos deportistas "han demostrado que, pese a que las barreras existen, se pueden superar". "Todos debemos congratularnos al comprobar que nuestro proyecto de desarrollo deprtivo obtiene resultados cuando se ejecuta correctamente", concluyó.

Al acto acudieron, entre otros, todos los miembros de la junta directiva del CPE y numerosas personalidades del sector de los discapacitados, como Mario Loreto Sanz-Robles y Andrés Ramos, vicepresidentes primero y tercero del Consejo General de la ONCE, respectivamente; Miguel Carballeda, director general de la ONCE; y Rafael de Lorenzo, vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE.