Discurso Rey

El Rey pide a todos los españoles "no olvidar nunca el dolor y la tristeza" que ha dejado la dana

- Entiende que los vecinos demanden "una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones"

MADRID
SERVIMEDIA

El Rey pidió este martes a todos los españoles "no olvidar nunca el dolor y la tristeza" que ha dejado la dana durante su undécimo discurso de Navidad. Sus primeras palabras fueron precisamente para los afectados por la riada, a los que trasladó su recuerdo y respeto, sobre todo, "para todas las personas que perdieron la vida y para los desaparecidos".

"Esta Nochebuena me gustaría referirme primero, y seguro que me entendéis, a la terrible dana que hace casi dos meses golpeó con inusual fuerza varias zonas del este y sur de España, especialmente en Valencia. Las personas que perdieron la vida y los desaparecidos merecen todo nuestro respeto y no debemos olvidar nunca el dolor y la tristeza que han dejado en sus familias. Miles de personas vieron cómo lo que hasta hacía poco era su pueblo, su barrio, su trabajo, su casa, su negocio, su escuela, quedaban reducidos a escombros o incluso desaparecían", aseveró Felipe VI en su discurso más importante de cada año.

A continuación realizó un ejercicio de pedagogía al indicar que de este terrible suceso "todos deberíamos poder sacar las enseñanzas necesarias que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer". "No debemos olvidar nunca aquellas primeras imágenes de la riada que todo lo arrasó, los rescates de personas, algunas enfermas, ancianas o agotadas, que trataban de salir de sus coches o se refugiaban en tejados y azoteas. También vimos a quienes abrían sus casas para acoger a los más vulnerables, oponiendo a la fuerza implacable del agua y del lodo, la fuerza abrumadora de la solidaridad y de la humanidad", describió con detalle.

Precisamente, el jefe del Estado elogió en su alocución navideña la marea solidaria que puso en marcha la sociedad española ante la magnitud de la tragedia cuando "vecinos, voluntarios, equipos de protección civil, bomberos, cuerpos de seguridad, Fuerzas Armadas, ONG y también empresas organizaron colectas y donaciones, movilizando incluso su personal y maquinaria".

Así, "la ayuda y la colaboración de todos está propiciando que, poco a poco, las más de 800.000 personas afectadas recuperen paulatinamente en su vida cierto grado de normalidad. Y que el medio y largo plazo quede igualmente atendido para asegurar realmente la recuperación".

DOLOR

"Esa solidaridad en su sentido más puro y más apegado a lo concreto, la hemos reconocido día tras día en el trabajo ingente de voluntarios anónimos y de servidores públicos; y también hemos comprobado -y entendido- la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones. Porque todas esas emociones -las que conmueven y reconfortan y las que duelen y apenan- surgen de una misma raíz: la conciencia del bien común, la expresión del bien común o la exigencia del bien común", destacó Felipe VI.

Apeló de nuevo al final del discurso al "espíritu de trabajo y de compromiso por lo que es de todos, por el bien común" y volvió a recordar "a todos los municipios y comarcas afectados por las riadas, en muchos de los cuales aún queda tanto por hacer, donde es tanta la necesidad de los vecinos que deja pequeños todos los esfuerzos, aún sin perder la esperanza".

"Que la solidaridad que nos ha unido en los momentos más difíciles siga presente en cada gesto, en cada acción, en cada decisión. Que las ayudas lleguen a todos los que lo necesiten, para que puedan reconstruir el futuro por el que tanto han luchado, afrontando con coraje y dignidad los retos de un presente a veces implacable. Cuanto antes lo consigamos más reforzaremos nuestro sentido de comunidad, nuestro sentimiento de país. Porque la memoria del camino recorrido, la confianza en el presente y la esperanza en el futuro son una parte ineludible, acaso la más valiosa, pero también la más delicada, de nuestro bien común".

VIVIENDA

Felipe VI también se refirió a "otro asunto, que preocupa, sobre todo a los más jóvenes": la dificultad para acceder a una vivienda. "Las ciudades, en especial las grandes urbes, actúan como polos de crecimiento y generan una demanda que la oferta no alcanza a satisfacer. Es importante, de nuevo, que todos los actores implicados reflexionen, se escuchen unos a otros, que se examinen las distintas opciones y que sea ese diálogo conduzca a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda en condiciones asumibles, en especial para los más jóvenes y los más desprotegidos, pues ésta es la base para la seguridad, el bienestar de tantos proyectos de vida. Y realmente podemos hacerlo".

El futuro de las generaciones jóvenes, como son sus hijas, siempre está presente en los discursos navideños de los últimos años y también en el de hoy, vinculado a los triunfos deportivos cosechados por España "en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos y en la última Eurocopa".

Así ha valorado esa juventud "que emprende pese a las dificultades y que está a la vanguardia de nuestra ciencia; la juventud que respeta a nuestros mayores y su valiosa experiencia, la que con más empeño exige en materia de igualdad, la que se prepara en nuestros colegios, institutos, universidades, centros de Formación Profesional, para acceder con energía al mercado de trabajo pese a las cifras de paro juvenil; la juventud, en fin, que busca oportunidades y supera los obstáculos a base de mérito y esfuerzo. Pero sobre todo la que nos ha llenado de orgullo acudiendo en masa para dar lo mejor de sí en las calles de los pueblos afectados por la dana".

(SERVIMEDIA)
24 Dic 2024
MAN/mjg