Revilla hizo estas declaraciones tras reunirse hoy en Madrid con la ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.

En el encuentro también hablaron de la llamada "autovía del agua", una tubería continua de 160 kilómetros que conectará en paralelo a la costa con todas las cuencas interiores de Cantabria, desde Unquera hasta Castro Urdiales, y trasvasará agua procedente de cualquiera de los valles de la región al resto.

Está previsto destinar 375 millones en materia de agua para Cantabria, de los que 200 proceden de los fondos de cohesión comprometidos por el Gobierno central y 90 se destinarán a la "autovía del agua" en las obras pendientes de adjudicación.

Por otro lado, Revilla consideró "absolutamente lógico" que un informe de la Comisión Europea indique que la cornisa cantábrica tiene potencial en el sector lechero y expresó su satisfacción por que se fabriquen los productos en función de la idoneidad del territorio para ello, con el fin de producir una leche de calidad de forma sostenible.

Asimismo, indicó que el campo de Oyambre continuará siendo un campo de golf, ya que había riesgo de que fuera expropiado y se eliminaran cuatro hoyos de los nueve, lo cual haría inviable la permanencia del campo.

Respecto a la anchoa del Cantábrico, Revilla señaló que las cofradías "quieren pescar", pero agregó que él, como presidente, debe velar por la situación del producto "más a largo plazo" y "hay que recuperar el caladero". "Se trata de una especie en peligro de extinción, y para nosotros el bocarte del Cantábrico es el caviar iraní", manifestó.