LOS RESTAURANTES EROTICOS NO HAN SENTIDO LA CRISIS

- Aseguran que asiste un público muy diverso y que últimamente se han aficionado los cuarentones

MADRID
SERVIMEDIA

La imaginación gastronómica está llegando a los límites más insospechados. Ultimamente han surgido en Madrid varios restaurantes eróticos que han tenido una gran aceptación entre el público y, a diferencia de los tradicionales, no han padecido la crisis económica.

Son La Tentación, La Olla Caliente y Ñaca-Ñaca. Estos estabecimientos tan particulares y originales están llenos la mayoría de los días, sobre todo los fines de semana, y sólo es posible disfrutar de lo que ofrecen un viernes o un sábado si se reserva mesa con una antelación de una o dos semanas.

La Olla Caliente ha sido el pionero en la cocina erótica en Madrid. Se abrió al público en mayo de 1993 y, según explicó a Servimedia su propietario, Esteban Lacasa, "el último año ha sido muy fuerte. Para cenar los viernes y sábados hay que reservar con dos semanas e antelación".

"Antes de La Olla Caliente teníamos un restaurante muy bonito y muy fino, de estilo francés, y era una ruina. Con éste, de momento, nosotros no hemos conocido la crisis y en el último año ha sido una maravilla", explicó Lacasa.

Juan José Pérez, dueño de La Tentación, también había tenido antes otros restaurantes tradicionales que no le iban demasiado bien, por lo que decidió probar con la gastronomía erótica y hace 8 meses abrió "La tentación". "En estos ocho meses", aseguró a estaagencia, "no he visto la crisis".

En Ñaca-Ñaca ocurre algo similar. Este fue el último que se lanzó a la aventura del erotismo, hace sólo 4 meses, y su propietario, Bernardo Rizo, dice que "va perfecto". Todos coinciden en que los fines de semana son un éxito total y el resto son más tranquilos, "pero no nos podemos quejar".

NO ES PORNOGRAFIA

También todos dejan claro que sus restaurantes pretenden ser simpáticos y juegan con el erotismo, tanto en la decoración de sus locales, como en las forma de los platos o en el espectáculo que ofrecen durante o después de la cena, pero que no tienen nada que ver con la pornografía.

La decoración de los restaurantes juega con los colores eróticos por excelencia, el rojo y el negro, ropa interior, luces sugerentes y cuadros y fotografías con alusiones eróticas. Alguno, como La Tentación, va algo más allá y nada más entrar tiene una pequeña exposición de artilugios eróticos.

Para introducir a los clientes en el ambiente, Ñaca-Ñaca, por ejemplo, nada ás sentarte en la mesa te ofrece sus "Camachupis", unos cócteles con nombres tan sugerentes como "Beso Negro", "Orgásmico", "La Mamada", "Pito Pijo", "Salto del Tigre", "Mete-saca", "Calentón" o "Salivazo".

Panes con forma de pechos para los hombres y con forma de pene para las mujeres es lo normal en estos restaurantes. Las comidas y los postres, por supuesto, tienen también nombres y formas procaces y van acompañadas, si el cliente lo desea, de salsas con ingredientes afrodisiacos.

ATREVIDAS ESPECALIDADES

"Rabo vengador" (un solomillo), "Clítoris de novicia" (pudding de cabracho y verduras) y "Orgasmos primaverales" (ensalada de verano), son algunas de las especialidades de La Olla Caliente. La Tentación ofrece a los aficionados a la cocina erótica platos como el "Pollón-Pollón" (solomillo ibérico con rica salsa cachonda), los "Tenta-culos" (ensalada templada de pasta) o la "Orgía de sirenas" (medallones de rape), entre otros.

Igual de sugerentes son los platos de Ñaca-Ñaca, donde se pued degustar una "Ensalada de lencería afrodisiaca" (de salmón y endivias), unos "Labios de Virgen" (carne de buey), que es el plato de más aceptación en este restaurante, o un "Filete de Tortillera" (dos filetes con revuelto de ajetes en medio).

Además, durante la cena o después, según los casos, se puede disfrutar de un espectáculo erótico en vivo. Un "streep-tease" de hombre para las mujeres y uno de mujer para los hombres ameniza la velada. "Jugamos con el erotismo, pero de buen gusto", aseguran los esponsables de los restaurantes.

Según, Lacasa, Pérez y Rizo, la gente que acude a este tipo de restaurantes es "normal y corriente" y de todas las edades. Al principio iban sobre todo grupos de amigos jóvenes que celebraban despedidas de solteros y después se han ido animando parejas y personas mayores.

"El éxito de ahora", explicaba Lacasa, "es que hemos encajado muy bien con la gente mayor. Los viernes y sábados viene mucha gente de 40 y 50 años que coincide que son los padres de los jóvenes qe han venido el año pasado a despedidas de solteros, que les han dicho que es un sitio que está muy bien y no es grosero".

Los propietarios de La Olla Caliente, La Tentación y Ñaca-Ñaca no creen que esto sea una moda y están seguros de que la cocina erótica puede mantenerse como una opción gastronómica más. El sueño de Pérez Torres, por ejemplo, es convertir a La Tentación en "un clásico del erotismo".

(SERVIMEDIA)
25 Feb 1995
NLV