Fuentes de la Asociación Nuclear de Ascó manifestaron hoy a Servimedia que "no estamos pensando en cambiar la tapa. Si encontraramos fisuras estas suelen ser pequeñas y susceptibles de saneamiento".

Asimismo, insistieron en que esta anomalía, detectada en algunas centrales nucleares francesas, no entraña riesgos para la seguridad de la planta.

Alguns estimaciones sitúan en 400 millones de pesetas el coste que podría ocasionar la fabricación de nuevas tapas que sustituyeran a las actuales.

No obstante, tanto Ascó I, como Almaraz I (Cáceres), que tiene previsto iniciar los trabajos de revisión en septiembre, deben investigar la aparición de posibles fisuras, a través de las cuales pueden producirse fugas de gua radiactiva del circuito primario.

Dependiendo de los resultados obtenidos en los análisis que se realicen en estas dos plantas, los tabajos de revisión podrían extenderse a las centrales de Ascó II, Vandellós II, Almaraz II y Zorita.

La revisión de Ascó I se realizará aprovechando una parada programada para la descarga de combustible que comenzó el pasado 29 de mayo.

Está previsto que la central permanezca parada hasta el próximo 9 de julio, si bien el calendario inicial puede sufrir modificaciones en función de los resultados que se vayan obteniendo en los trabajos.