En declaraciones a Servimedia, Salas hizo esta reflexión a raiz del extraño suceso ocurrido el pasado martes en la playa de Sant Pere Pescador, en la Costa Brava gerundense, cuando decenas de bañistas, la mayoría turistas extranjeros, desoyeron las advertencias del personal de la Cruz Roja, con el resultado de dos muertos y ochenta y dos personas que tuvieron que ser rescatadas por los socorristas.

El responsable de Cruz Roja explicó que el sistema de banderas de las playas (vrdes, amarillas y rojas) es similar al de tráfico. Precisó que él cree que no tendría que llegarse al extremo de imponer multas por no respetar ese código, como se hace con las normas de circulación, "pero a lo mejor funcionaría, la verdad es ésa".

Sala, que exhortó a los bañistas a hacer caso de las banderas, atribuyó el suceso del martes al exceso de confianza de los bañistas, que hicieron caso omiso de las banderas rojas colocadas en los once mástiles de la playa, en la que había fuertes corrientes