El aumento de agua embalsada afecta fundamentalmente a la Cuenca del Ebro, que gana 312 hectómetros cúbicos, mientras que la del Norte pierde 84 hectómetros cúbicos.

Las precipitaciones se han registrado en el norte de la península, con un máximo de 41 litros por metro cuadrado en San Sebastián.

Los datos actuales reflejan que tenemos unos niveles de agua embalsada superior a la media de los últimos años en el mismo período del año.