Se trata de un objeto de destacado valor simbólico, ya que la historia cuenta que mientras el barco se hundía tras chocar con un iceberg, su capitán se negó a abandonar su puesto y se agarró al timón mientras gritaba al resto de la trpulación "Be British" (Sed británicos).

El equipo de investigación, que realiza sus operaciones desde una embarcación rusa varada cerca del lugar donde se produjo el naufragio, ha encontrado también un bolso de piel de caimán repleto en el que han hallado una tarjeta de embarque y un documento referido a una compañía de seguros.

Los dos documentos son aún legibles y pertenecen a una señora llamada Marion Meenwell, que tenía 63 años cuando realizó el viaje y que se dirigía a Nueva York para encontarse con su hija, cuyo marido había fallecido recientemente.