Los dieciseis tripulantes del pesquero, que se dedicaba a la pesca de merluza con el arte del "pincho", se vieron obligados a lanzarse al agua en lanchas salvavidas siendo rápidamente rescatados por un mercante rumano que transitaba por la zona.

Los heicópteros de salvamento Pesca I y Helimer Galicia, trasladaron posteriormente a los náufragos hasta el puerto lucense de Celeiro. Ninguno de ellos resultó herido por lo que inmediatamente se desplazaron a sus domicilios.

El pesquero, que tiene su base base en el puerto de Burela, en Lugo, fue pasto de las llamas, originadas en la sala de máquinas del buque. La embarcación quedó a la deriva, a sesenta millas de Celeiro.