Antonio Sánchez desapareció el pasado 29 de marzo mientras realizaba unas prácticas de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas de la Benemérita (GEAS) en la Cueva del Agua, junto a su compañero Antonio Naranjo Soler, cuyo cuerpo también ha sido localizado y podría ser rescatado entre sta noche y primeras horas de mañana lunes.

El titular del juzgado número uno de Cartagena, Indalecio Castillejo, ordenó el traslado del cadáver de Antonio Sánchez López al Instituto Anatómico Forense de esa ciudad murciana. Allí será incinerado, para su posterior traslado a San Sebastián, donde desde hacía varios años cumplía destino en los GEAS.

El rescate del cuerpo de Naranjo Soler, de 41 años, natural de Huesca y destinado en la Escuela de Buceo de Madrid, comenzará hoy. Los técnicos asegura que esta operación será más complicado y larga, ya que se encuentra a casi 200 metros de la entrada de la cueva.

El cadáver de este teniente de la Guardia Civil, que deja mujer y tres hijos, será trasladado a localidad de Monzón (Huesca), donde será enterrado.

FUNERAL

Esta mañana se celebró una misa funeral en el Cuartel de la Guardia Civil en Cartagena por la muerte de los dos guardias civiles, que formaban parte de un grupo de 28 agentes de los Servicios de Inspección Subacuática de la Guarda Civil, que realizaban unas jornadas de actualización de conocientos en la Cueva del Agua.

Según la Delegación del Gobierno en Murcia, el segundo día de búsqueda los GEAS encargados del rescate utilizaron el cabo guía utilizado por sus dos compañeros desaparecidos para penetrar en la cueva, pero al llegar al final del mismo no encontraron a nadie.

Sin embargo, cuando esta semana se localizaron los cuerpos, se supo que uno de los guardias, Antonio Sánchez, sólo estaba a cinco metros de una de lascuerdas de ayuda.

La Cueva del Agua, considerada por los expertos como "una trampa mortal para los profesionales del buceo", entraña un gran peligro, debido a que se desconocen las grutas que encierran, hasta tal punto que los equipos de rescate se jugaron la vida en varias ocasiones al tratar de localizar a sus dos compañeros desaparecidos.