Las dotaciones antiincendos, que se aproximan a las 500 personas, estuvieron trabajando toda la noche y tuvieron que inundar con espuma por segunda vez el recinto donde se encuentran los siete tanques quemados. Finalmente, el último depósito que ardía quedó apagado.

Ahora la atención está en los pequeños incendios que persisten en la planta, que la empresa confía en sofocar hoy, para que el lunes comiencen los trabajos de la comisión de investigación integrada por técnicos y sindicatos.

El presidente de Repsol YPF, Alfono Cortina, apuntó ayer que la causa de la explosión podía estar relacionada con una columna de destilación, que será inspeccionada cuando se apague totalmente el fuego.

Fuentes de la compañía indicaron que "esa columna de destilación está en la pista de todo lo que ha pasado; ahí es donde puede estar el tema".