En la inauguración del X Foro Latibex, Brufau consideró que, en esta región, la crisis económica llegará en el tercer trimestre del año y, en el sector energético, afectará más a la oferta que a la demanda.

Esto sucederá, en primer lugar, debido a la caída del precio de las "commodities", que hace menos rentables para las comañías energéticas las altas inversiones que requieren las tareas de exploración y producción.

En segundo lugar, se suma la falta de liquidez de los países desarrollados, que propicia la aversión al riesgo y que se prefiera invertir en lugares "conocidos" antes de ir a Latinoamérica.

Por otro lado, la volatilidad de las divisas introducirá tensiones en un sector, el de la energía, "más vulnerale a la sensibilidad social y política que otros".

A pesar de todo, según Brufau las "nubes" que se ciernen sobre Iberoamérica no tienen nada que ver con las "tormentas" de Occidente y cabe prever que Iberoamérica continúe creciendo, eso sí, de modo más moderado, y tenga por delante "un futuro mejor que el que tenemos nosotros aquí".

Por otro lado, el presidente del la compañía hispanoargentina aludió a la "institucionalidad" hacia la que "hay que avanzar" en la región. En ese setido, mientras que países como Colombia, Brasil, México y Argentina están tomando "decisiones muy razonables para racionalizar el aparato administrativo", otros "aún se plantean la intervención del Estado", lo que "preocupa en un sector como el nuestro".

Repsol YPF ha invertido en Latinoamérica, en la última década, 35.000 millones de euros, lo que representa más del 60% de las inversiones de los últimos diez años.

Además, 16.000 trabajadores de su plantilla están en esta área y el 90% de las reservas de petróleo y gas se ubican en la región.

Por todo ello, Brufau valoró que la actividad de la compañía en Iberoamérica "impacta positivamente en nuestras cuentas".