Así lo destacaron la directora de Combustibles Renovables de Repsol, Berta Cabello, y el director del Complejo Industrial de Cartagena, Antonio Mestre, quienes valoraron que dichas ventas son equivalentes a las de los combustibles Premium, alrededor de un 10% en aquellas gasolineras que los ofrecen.

Además, pidieron al Gobierno que rebaje los impuestos aplicados a este tipo de combustibles para incentivar su consumo, puesto que hoy en día se comercializan unos 10 céntimos más caros que los convencionales por su mayor coste de producción.

También destacaron que los combustibles renovables son combustibles líquidos que, junto a la electrificación y el hidrógeno renovable, van a ser fundamentales para reducir las emisiones en la movilidad.

Repsol ya suministra combustible 100% renovable en más de 500 estaciones de servicio de la península ibérica y tiene como objetivo llegar a 600 a finales de 2024 y a 1.500 en 2025.

Adicionalmente, todos los combustibles líquidos disponibles en estaciones de servicio hoy en día ya incorporan, según marca la ley, un 10% de componente renovable.

La producción de diésel renovable en Cartagena alcanza las 250.000 toneladas anuales, cerca del 5% de los 5,5 millones de toneladas de diésel que producen las cinco refinerías de la compañía en España y Portugal.

Los combustibles renovables se fabrican a partir de los residuos orgánicos como aceites de cocina usados, restos de poda o residuos agrícolas y ganaderos, así como de la industria agroalimentaria, dándoles así una segunda vida.

Repsol defiende que el uso de combustibles renovables tiene dos grandes ventajas: no hace falta modificar el motor de los vehículos actuales para poder utilizarlos y permiten aprovechar las infraestructuras de repostaje y distribución ya existentes.

De esta manera, se pueden utilizar en diferentes vehículos con motor diésel o gasolina como automóviles, camiones, autobuses, vehículos agrícolas e incluso, aviones y barcos, sectores estos últimos donde la electrificación no es una alternativa viable a día de hoy.

Según la compañía energética, gracias a que aprovechan residuos orgánicos, reducen las emisiones de CO2 hasta un 90% en comparación con el combustible mineral al que sustituyen.

Los combustibles renovables forman parte de la estrategia de descarbonización de Repsol. El objetivo es producir entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y hasta 2,7 millones de toneladas anuales en 2030.

Tras Cartagena, que movilizó una inversión de 250 millones, la segunda planta se situará en Puertollano y el objetivo es replicar este modelo en un tercer centro industrial en España antes de 2030.

Repsol está también invirtiendo en el desarrollo de los combustibles sintéticos, que se producen mediante la combinación de CO2 retirado de la atmósfera e hidrógeno renovable. Junto a Saudí Aramco, la compañía está construyendo una planta demostrativa de esta tecnología en Bilbao. En su conjunto, tiene planificada una inversión de 500 millones en estos combustibles.

Por otro lado, Repsol ha suscrito acuerdos de suministro de combustibles renovables con empresas lidérese diferentes sectores de la movilidad y puso en marcha en España una iniciativa pionera en el sector para recoger aceite de cocina usado en sus estaciones de servicio.

Actualmente la recogida ya está disponible en más de 450 estaciones de servicio de la Comunidad de Madrid. Galicia y Castilla-La Mancha y se han alcanzado acuerdos para que también sea posible en Aragón y Castilla y León.

Por todo ello, Repsol pide una firme apuesta regulatoria para equiparar los combustibles renovables con otras tecnologías para dejar que las diferentes soluciones puedan competir en el mercado en igualdad de condiciones e incentivar la escalada de la producción de manera eficiente.