Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado ajustado alcanzó los 2.126 millones, un 21,8% menos, en un contexto de bajos precios del gas y menores márgenes de refino.

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 4.144 millones, experimentando una caída del 3,7% con respecto al año anterior, y los ingresos ascendieron a 30.822 millones, con lo que subieron un 3,5%.

Por otro lado, Repsol disparó un 30,7% sus inversiones orgánicas, hasta los 2.903 millones de euros. A ellos, se suman 823 millones de inversiones inorgánicas, un 0,4% menos.