Durante su intervención en el encuentro "Democracia y Diálogo: occidente y el mundo árabe" que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, Cajal explicó que el impacto no sólo será importante para Turquía, sino que "alcanzará también al mundo musulmán".

Según el representante español en la Alianza de Civilizaciones, la negativa tendría efectos sobre los países árabes, "reafirmándolos en su convencimiento de que es imposible colmar la brecha que les separa de occidente".

En este sentido, Cajal quiso dejar claro la importante labor de Turquía como co-patrocinador, junto a España, de la Alianza de Civilizaciones, y destacó su papel de puente entre occidente y los países musulmanes.

Por su parte, el Representante Especial del primer ministro de Turquía para la Alianza de Civilizaciones, Ali Yakital, indicó que "el diálogo y la comunidad se tienen que construir sobre la premisa central de la igualdad de las partes y el reconocimiento mutuo de las respectivas culturas".

El nuevo diálogo entre oriente y occidente "debería ser un ejercicio de entendimiento y no se persuasión", pues "nos encontramos verdaderamente en un momento histórico crítico", aseguró el Representante Especial del primer ministro turco.

Para ello, "los líderes de occidente deben actuar más responsablemente y luchar contra el creciente fenómeno de la islamofobia", dijo Yamital, quien agregó que a su vez el mundo musulmán "no debe permitir que el Islam sea utilizado por grupos radicales que aspiran al choque de civilizaciones".

CONFLICTO DEL LÍBANO

Por otra parte, Cajal hizo referencia al conflicto del Líbano, asegurando que la campaña emprendida por Israel con el "propósito de debilitar o destruir" a Hizbolla se "ha saldado con el resultado contrario".

"El grupo armado -comentó- es visto por el mundo árabe como el único bastión capaz de plantar cara al agresor y devolver a las masas el orgullo perdido".