La Renta Activa de Inserción es una de las apuestasdel Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para lograr que los parados más desfavorecidos abandonen las listas del Inem y, dado que son los de más edad, reciban formación para el empleo.

El nuevo programa combina la percepción de una renta con la búsqueda activa de empleo: por una parte se recibe formación y se consigue preferencia en la incorporación a talleres de empleo y empleos de interés general y, por otra, se percibe una ayuda mensual que no se puede prolongar por encima de los 10 meses.

Los desempleados que pueden acogerse a este programa deben ser mayores de 45 años, llevar más de un año en paro, haber agotado alguna prestación o subsidio de desempleo, tener cónyuge o hijos a su cargo y que los ingresos familiares sean inferiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

El nuevo modelo entró en vigor el pasado 13 de marzo y, en sólo dos meses, se han apuntado 10.000 parados que cumplen estos requisitos, de los 91.000 posibles, entre los que más de 60.000 son mujeres.

E plazo para solicitar la inclusión en este programa finaliza el próximo 13 de junio. A partir de esa fecha, los que hayan recibido el visto bueno del Inem comenzarán a cobrar las 53.010 pesetas al mes (el 75% del SMI) y se incorporarán a un cursillo de formación de tres meses.

El programa de Renta Activa de Inserción cuenta con una dotación económica de 50.000 millones de pesetas y, según fuentes de Trabajo, pretende que, mediante el equilibrio entre políticas activas de empleo (cursillos) y políticaspasivas (subsidio), se llegue a un grupo de parados que es muy difícil incorporar al mercado laboral.