RENOVADORES Y GUERRISTAS ACUERDAN NO PEDIR A SOLCHAGA SU DIMISION

- El objetivo del PSOE es vencer al PP en las elecciones

MADRID
SERVIMEDIA

Renovadores y guerristas del PSOE han decidido "no echar más leña al fuego" de la confrontación interna y se han comprometido a no utilizar los casos de corrupción como arma arrojadiza en las semanas que quedan hasta las elecciones del 12 de junio, según confirmaron a Servimedia fuentes de ambos sectores.

Dentro de esta estategia de distensión, apoyada explícitamente por el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, unos y otros han decidido moderar sus declaraciones sobre las responsabilidades políticas de algunos dirigentes socialistas y no presionar al presidente del Grupo Parlamentario, Carlos Solchaga, para que dimita por haber sido quién nombró a Mariano Rubio gobernador del Banco de España.

La postura oficial de la dirección socialista insiste ahora en la necesidad de asumir las responsabilidades políticas ue se deriven de los casos de corrupción siempre que éstos resulten comprobados.

El temor a que la depuración pueda alcanzar al presidente del Gobierno, Felipe González, ha hecho a algunos líderes socialistas y miembros del Ejecutivo repensar su actitud.

CAMBIO DE SERRA

Así, el vicepresidente, Narcís Serra, que era partidario de cortar cabezas la semana pasada, hoy declaraba en los pasillos del Congreso que "el Gobierno asumirá las responsabilidades políticas que se deriven de los casos de corrpción", pero "primero hay que aclararlos".

Esta postura es unánimemente compartida por los miembros del sector guerrista, que se negaron incluso a especular sobre quién podría recaer la factura del caso Mariano Rubio. Sólo una cosa está clara: unos y otros quieren que González se vea salpicado "lo menos posible" por los escándalos.

Los renovadores reconocen que la crisis de las instituciones causada por la actuación del ex gobernador del Banco de España es "tan grave", que han sentido cierto temo de cargar las tintas en contra de algunos compañeros de partido y han dado marcha atrás en sus duras declaraciones de los primeros días.

Las fuentes guerristas consultadas alegan su cultura de partido para explicar una tregua interna provisional que permita articular un frente común contra la corrupción y, sobre todo, contra la escalada de popularidad del PP.

"En momentos de crisis, nosotros", asegura un miembro destacado de este sector, "siempre apoyamos al partido y este es un momento muy deliado. No es lo mismo que el Gobernador del Banco de España sea un chorizo o que lo sea cualquier otro cargo público. Rubio tenía, por lo menos, tanto poder como el Ejecutivo y si traiciona la confianza depositada en él, las instituciones se tambalean".

Ambos sectores desean castigos ejemplares para el ex gobernador del Banco de España y para el director general de la Guardía Civil, Luis Roldán, y consideran a Solchaga el candidato ideal para asumir las responsabilidades políticas y salvar el prestigio e González.

La Ejecutiva del PSOE ha tomado un papel activo en la consecución de esta tregua y trata de mantener unidos a todos para conseguir su objetivo fundamental de los próximos meses que es vencer a los populares.

La ofensiva ha comenzado ya en el debate sobre el Estado de la Nación, en el curso del cual el presidente del Grupo Socialista anunció que su grupo no apoyará la propuesta del PP de crear una comisión de investigación sobre el 'caso Filesa', por entender que este asunto se incluyeen la comisión propuesta por el PSOE sobre financiación de los partidos políticos.

(SERVIMEDIA)
20 Abr 1994
SGR