El próximo lunes expira el mandato de cinco años del actual titular, Alvaro Gil-Robles. Según contempla la ley, si los grupos parlamentarios mayoritarios no alcanzan el consenso antes de ese día, pasará a ocupar interinamente el cargo la actual adjunta al Defesor, Margarita Rituerto.

El PSOE ha propuesto a la oposición que Gil-Robles continúe otros cinco años. Como ha sucedido recientemente en anteriores renovaciones de otras instituciones por el Parlamento, los socialistas sólo han encontrado en un primera fase de las conversaciones el apoyo del CDS y de los nacionalistas del PNV y CiU.

PP e Izquierda Unida se oponen a que Gil Robles continúe en el cargo, sobre todo por su negativa a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Segurdad Ciudadana.

A la salida de la reunión de la Junta de Portavoces, los representantes de las principales formaciones volvieron a poner de manifiesto que siguen sin hallar una solución de consenso para la renovación.

El ministro Virgilio Zapatero se mostró especialmente preocupado por el "atasco" en que se encuentran las conversaciones.

El titular de Relaciones con las Cortes exhortó a los grupos parlamentarios a que "hagan un esfuerzo por llegar a un acuerdo" porque, dijo, "sería francament malo que una institución de este tipo quede en una situación de interinidad". Opinó que hasta el lunes próximo todavía hay un plazo razonable de tiempo para alcanzar el acuerdo.

Zapatero justificó la apuesta del PSOE por la renovación de Gil Robles apelando al "alto aprecio" que, según las encuestas, tienen los ciudadanos de su gestión al frente de la Oficina del Defensor.

"Ha actuado con absoluta lealtad en el cumplimiento de sus obligaciones, criticando al Gobierno cuando ha entendido que debí hacerlo", afirmó el ministro.

Requerida su opinión sobre el argumento que esgrimen PP e IU para rechazar a Gil-Robles, el ministro contestó: "Sinceramente no creo que sea un argumento de peso. Quienes regentan insticuiones de este tipo no son mandados de nadie, ni del Gobierno ni de la oposición. Su obligación es decir 'no' al Gobierno, pero también 'no' a la oposición cuando entiende que la oposición pide cosas que no son razonables".

"No es razonable vetar a una persona porque ejerce su funció con independencia", apostilló el ministro, quien recordó que el Grupo Socialista siempre ha buscado el consenso con la oposición en este tipo de negociaciones. "Pero si el PP u otro grupo se niega a entrar en el diálogo, el PSOE no debe aceptar vetos por parte de ningún grupo", remarcó.

IU PROPONE UNA MUJER

El portavoz del PP, Rodrigo Rato, negó que existan conversaciones "formales" a día de hoy para renovar al Defensor del Pueblo, aunque sí dejó claro que su grupo no tiene ánimo de llegar a un acurdo para renovar por un segundo mandato a Gil-Robles.

Rato dijo que no sería especialmente grave, como sostiene el ministro, que el titular de la oficina estuviera con carácter de interinidad durante un período breve de tiempo. "No creo que eso pueda suponer un desgaste de la institución", dijo.

La actual adjunta, Margarita Rituerto, fue promovida en su día por el PP. Rato negó días atrás que su partido esté interesado en que Rituerto asuma el cargo para, desde ahí, poder plantear batalla al Gobirno mediante críticas permanentes o a través de la formulación de recursos de inconstitucionalidad contra leyes del Ejecutivo.

Rato admitió que el retraso que se experimenta siempre que hay que proceder a una renovación de este tipo "es responsabilidad de todos". "Las negociaciones son siempre son más lentas de lo que quisiéramos", manifestó.

Sobre el rechazo de PP e IU a Gil-Robles, el portavoz socialista, Eduardo Martín Toval, dijo que el Congreso y el Senado "deben estar dispuestos a sacar adeante al Defensor con los dos tercios de los escaños previstos en la ley. Lo demás son deseos".

Nicolás Sartorius, de IU, reiteró que su grupo no apoyará la reelección de Gil-Robles, "y no sólo por su actitud favorable a la 'ley Corcuera'".

"El Defensor", dijo, "debe ser alguien con un criterio absolutamente independiente, con una cierta defensa de los intereses de los ciudadanos y que no tenga la más mínima tendencia hacia ningún sector político".

Sartorius aseguró que le gustaría que el nueo defensor del Pueblo fuese una mujer. "Debe tener una especial sensibilidad hacia ciertos problemas que tiene la sociedad, y creo que hay mujeres que podrían cubrirlo perfectamente".