La sentencia también condena a cinco trabajadores de Renfe a penas de etre uno a cuatro meses de cárcel por un delito de imprudencia temeraria.

Los hechos ocurrieron el 2 de septiembre de 1988 en el apeadero de Renfe Sabadell-Centro, cuando un tren de cercanías sufrió un incendio. Otro tren, en el que viajaban 52 pasajeros, quedó atrapado más de dos horas en un túnel sin ventilación ni salidas de emergencia en medio de una gran humareda y altas temperaturas.

La sentencia condena a cinco de los siete empleados de Renfe encausados. Los responsables del control del comndo de Barcelona de la empresa, Antonio Oliván, Rafael Medina y Julio Carazo, fueron condenados a tres meses de arresto mayor; mientras que el interventor y maquinista fueron condenados a penas de cuatro meses y un mes de arresto, respectivamente.

Tanto la fiscalía como la acusación particular habían solicitado en el juicio penas de cinco meses de cárcel para todos los procesados.

La resolución considera a Renfe responsable civil directa de los hechos y le condena a pagar tres millones de pesetasa cada uno de los 32 afectados del total de 52, denunciados por daños morales.

Además, Renfe deberá indemnizar con dos millones de pesetas más a las personas que hayan demostrado sufrir secuelas como consecuencia del siniestro, como claustrofobia, mareos o asma.