La mejora de la eficiencia ha supuesto un aumento del 3,7% en los ingresos comerciales, que se sitúan en 230.760 millones de pesetas, y una reducción del 2,5% en las aportaciones que hace el Estadola compañía (232.109 millones) por los diferentes contratos de servicios (como Cercanías y Regionales) y mantenimiento (las infraestructuras de vía).

Ambos conceptos representan unos ingresos totales de Renfe en 1999 de 462.869 millones de pesetas, con una ligera variación al alza del 0,5%. Por el contrario, los gastos de la compañía ferroviaria sumaron 454.826 millones de pesetas, sólo un 0,3% más que el año anterior. De la diferencia de ingresos y gastos se deduce el resultado de gestión positivo e 8.042 millones de pesetas que arrojó Renfe el pasado año, lo que representa un incremento del 11% respecto al obtenido en 1998.

Entre los negocios estrella de la empresa el pasado año destaca, de nuevo, la unidad de Alta Velocidad, que elevó sus ingresos un 13,4% (3.132 millones de pesetas más que el ejercicio precedente), lo que los sitúo en 26.585 millones de pesetas.

Grandes Líneas también creció de forma considerable, según la cuenta de resultados de la compañía, al alcanzar una cifra recordde negocio de casi 53.000 millones de pesetas, un 9,4% más. Por su parte, Cercanías registró igualmente una mejoría de ingresos del 7% y los situó en 41.165 millones de pesetas, aunque en esta partida figuran parte de las aportaciones estatales destinadas a mantener un servicio público esencial, pero que sigue siendo comercialmente deficitario.

Otro aspecto de la mejora de la gestión de Renfe el pasado año fue las contención de los gastos propios, que cayeron en 7.610 millones de pesetas antes de impustos. Por apartados concretos, los gastos de personal registraron un moderado crecimiento del 1,8%, mientras que la mayor partida de ahorro se registró en una eficiente gestión de la deuda, que ha llevado a reducir la carga financiera en más de 14.000 millones de pesetas.

Además, los responsables de Renfe destacan esta mejoría de la partida total de gastos, a pesar de que en 1999, por primera vez, soportó gastos de IVA que hasta ahora no tenía, como consecuencia de la modificación de dicho impuesto. Este cambio legal ha supuesto para la compañía un impacto de 9.200 millones de pesetas, al tener que deducirse sólo un 55% de dicho impuesto repercutido, cuando hasta hora se deducía su totalidad.