RENFE PAGARA SOLO EN INTERESES 124.000 MILLONES EN 1994

- La compañía prepara unas tarifas de cercanías iguales las que apliquen los ayuntamientos con el transporte local

MADRID
SERVIMEDIA

Renfe pagará casi 124.000 millones de pesetas en concepto de intereses durante 1994, de los que la mitad serán consecuencia de la deuda financiera que mantiene la compañía, y que a finales del ejercicio rondará los 1,1 billones de pesetas, practicamente lo mismo que la cantidad prevista para este año.

Así lo explicó hoy en el Congreso la presidenta de la empresa ferroviaria, Mercé Sala, quién señaló que el próimo año no habrá crecimiento en el endeudamiento de la compañía, debido a que, por primera vez, el Estado aportará a Renfe la cantidad prevista en el Contrato-Programa.

Sala señaló, no obstante, que existe un "problema histórico" en Renfe, consecuencia de que "esta empresa viene recibiendo de los presupuestos generales del Estado menos dinero de lo que después ha gastado", y cifró en 62.000 millones de pesetas la acntidad de dinero que la compañía deberá pagar en 1994 en concepto de intereses por su duda financiera, situada en torno a 1,1 billones de pesetas.

A esta cantidad, según sus datos, habría que sumar otros 27.700 millones de pesetas que la empresa deberá pagar por intereses en la financiación de inversiones para mantenimiento de la red, y otros 34.000 millones por los réditos generados como consecuencia de las pérdidas previsibles del ejercicio, unos 116.000 millones, y que incluyen un déficit de explotación de 35.000 millones de pesetas.

Mercé Sala insistió en su teoría de que Renfeno debe pagar más que lo que le corresponde, es decir, la actividad de transporte de pasajeros y mercancías, y los costes que ello genera de material, mantenimiento de equipos rodantes, etc, pero volvió a lanzar a los diputados de la Comisión de Industria la importancia de que los gastos de infraestructura y tarifas por debajo de coste sean cubiertos directamente por los presupuestos del Estado.

En concepto de inversiones en mantenimiento de la red, afirmó, Renfe gastará en 1994 unos 155.000 millones e pesetas. "Esa cifra, yo entiendo que debería ir integra a los Presupuestos Generales del Estado", porque "esto no es un coste imputable al tren", apostilló.

En total, la inversión prevista por Renfe para 1994 es de unos 100.000 millones de pesetas, de los que 75.000 serán absorvidos por programas que ya están en curso, y 25.000 se destinarán a nuevos proyectos de actuación. Concretamente, la empresa gastará en gestión de las cercanías 4.800 millones y 35.000 en mantenimer toda la red.

Según lasestimaciones de Sala, las pérdidas del mopolio de trenes en España alcanzarán a finales de año los 116.000 millones de pesetas, de los que 35.000 tendrán su orígen en el déficit de explotación del servicio.

No obstante, la máxima responsable de Renfe se mostró optimista con los resultados del presente ejercicio, de los que dijo que se cumplirán al 100 por cien sobre lo previsto, pero insistió en que si la compañía comparte el criterio de la CE de mantener los precios de las cercanías subvencionados, n es menos cierto que "esa subvención debería pagarla el Estado" y no una empresa a la que se le exige optimizar sus resultados por la vía de renucniar a parte de sus ingresos.

TARIFAS COMPETITIVAS

En cuanto a las tarifas de cercanías para el año que viene, Sala dijo que la política de la empresa es lograr la competencia con los demás medios, aviones y autobuses, y señaló que en los servicios de largo recorrido y mercancías esto ya se ha logrado.

Respecto a las cercanías, que aún siguen regulada por el Estado, la presidenta de Renfe informó que existen contactos con el Ministerio para convencerle de que la subida debería ser similar a la aplicada por los ayuntamientos en los transportes públicos locales que gestionan.

Sala aprovechó su comparecencia para dar respuesta a la supuesta política de la empresa de vender patrimonio inmobiliario para enjugar sus pérdidas, y dijo que la empresa está trabajando con todos los ayuntamientos en donde tiene terrenos de interés para el mercado, con el fín e recalificarlos y venderlos.

Sin embargo, advirtió que "nadie debe llamarse a engaño", porque "la venta no va a suponer ingresos ni para la empresa ni para los españoles, puesto que se trata de empresa pública, debido a que los ayuntamientos exigen a cambio la inversión en acondicionamiento y mejora de las condiciones de esas superficies".

(SERVIMEDIA)
19 Oct 1993
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