El ebitda, es decir, el resultado antes de intereses e impuestos, alcanzó el año pasado los 125,7 millones de euros, tras anotar un incremento con respecto a 2006 del 12,8%.

Si al ebitda se le deducen las provisiones para reparaciones (1,99 millones de euros), las amortizaciones (265,5 millones) y los intereses (78,43 millones de euros) y se suman las aportaciones del Estado al plan de viabilidad (247,66 millones), se alcanza el citado resultado de gestión.

Renfe ingresó el año pasado un total de 2.157,65 millones de euros, un 5% más que en 2006, mientras que los gastos repuntaron un 4,5%, hasta los 2.031,95 millones de euros.

Este incremento de los gastos se debió al crecimiento experimentado en las partidas de energía de tracción y de los cánones que Renfe paga por el uso de la infraestructura (+8%).

El año pasado Renfe ejecutó una cifra de inversión récord en la historia de la empresa, superando los 1.115 millones de euros y superando en 100 millones el total de 2006.

De la inversión ejecutada, un total de 932,43 millones de euros (el 83,5%) correspondieron a compras de nuevos trenes de Alta Velocidad, Cercanías, Media Distancia y locomotoras de Mercancías.

El resto ha sido destinado a inversiones en nuevos talleres de fabricación y mantenimiento, mejora de estaciones de Cercanías y nuevas tecnologías y seguridad.