El eje central de la trama es la sociedad Austral Ingeniería, que aparece mencionada en el sumario FILESA, así como el nombre de uno de sus fundadores, José Luis García Gordillo.

Austral Ingeniería se constituyó en 1987 por tres socios, entre los que figura el mencionado Godillo, con un capital social de 150.000 pesetas. Ese mismo año, Austral consiguió obras de RENFE por valor de 946 millones de pesetas.

En 1988 la facturación con RENFE fue de 777 millones, en 1989 se elevó a 6.072 millones y, en 1990, a 5.803 millones de pesetas. En total, en el periodo 1987-1994, Austral Ingeniería consiguió contratos de RENFE por valor de 17.700 millones de pesetas.

García Fonseca inclusó recuerda que para las obras más relevantes del tren de alta velocidad, empresas como Constucciones y Contratas o Cubiertas acudieron a las adjudicaciones en compañía de Austral "que ni por capacidad técnica ni financiera necesitaban para nada de Austral".

En la dirección de Austral figura el ex presidente de Renfe Ramón Boixadós, y en el Consejo figuraba Guillermo Vázquez, presidente, al mismo tiempo, de la Comisión que dictaminó el futuro de los ferrocarriles españoles.

Asimismo, aparece, con cargo de consejero delegado, Manuel Marín Sánchez, cuñado de Carmen Romero, esposa de FelipeGonzález, y que, pese a su cargo, no aparece en el Registro Mercantil.