Martín Cuesta señaló que el AVE ha empezado a cubrir los costes financieros derivados de la compra de los trenes, que es a lo que les obliga el Gobierno, y añadió que en 1998 este compromiso se cubrirá en su totalidad.

De momento, el AVE dá baneficios, a juzgar por las cuentas del primer semestre del año, y sin contar el coste de infraestructuras que sufraga el Gobierno. Hasta junio obtuvo nos beneficios de 301 millones de pesetas, mientras que el año pasado por las mismas fechas arrojó unas pérdidas de 213 millones.

Los ingresos comerciales rondaban los 8.000 millones de pesetas y la previsión de la empresa es lograr otro tanto hasta diciembre, (16.000 millones) con la ayuda de la campaña de promoción del AVE, de la que se prevé ingresar 800 millones adicionales en el último trimestre del año.

De momento, hasta el mes de junio los ingresos habían crecido un 15,3 por cien, mientrasque los gastos sólo lo hicieron un 8,8 por cien, debido fundamentalmente a la creciente capacidad de la Unidad de Negocio para cubrir el pago de intereses, motivo por el que esta partida ha descendido un 70 por cien, y a pesar del aumento de los gastos externos en un 34 por cien.

NUEVAS OFERTAS

La ofensiva comercial con la que Renfe pretende consolidar su negocio de Alta Velovidad se basa, según Martín Cuesta, además de devolver el billete en caso de retraso, en una reducción general del tiempo de dración del viaje a 2,30 horas, e incluso situarlo en 2,15 horas para los dos trenes directos en cada sentido Madrid-Sevilla que habrá desde ahora.

Los responsables del AVE saben que su servicio se ha convertido en una alternativa real al avión, como lo demuestra, según sus datos, que del tráfico global de pasajeros entre Madrid y Sevilla Renfe se ha quedado ya con el 80 por cien, y el avión con el 20 por cien restante.

Por este motivo ha preparado nuevas ofertas para las lanzaderas que unen Madri con Puertollano y Ciudad Real, cuyo tráfico está vinculado a gestiones profesionales entre estas ciudades y la capital. se trata de un nuevo abono semanal laboral, de lunes a viernes, frente al mensual que sólo había hasta ahora.

Se trata de aumentar los servicios, tanto en trenes -se esperan otros dos de ancho internacional- como en precios y tiempo, lo que obligará a elevar el consumo de energía y mejorar las fórmulas de ahorro empleadas hasta ahora, como la de hacer correr el tren por inercia en vrios tramos que suman cerca del 50 por cien del recorrido.