La compañía ferroviaria explicó, mediante un comunicado, que la carta de porte que el remitente, Samuel M. Bull, entregó en Barcelona -desde donde Renfe se hizo cargo del contenedor- declaraba que la mercancía estaba compuesta por "cartones, balones y relojes", cuando en realidd también había mecheros, alguno de los cuales sufrió un escape de gas, lo que provocó la deflagración.

Según Renfe, el contenedor viajó en tren desde Barcelona hasta las instalaciones de la compañía ferroviaria en la terminal madrileña de Abroñigal. Una vez aquí, el contenedor pasó al recinto aduanero de la terminal, lugar en el que es custodiado por la Guardia Civil.

Los agentes procedieron a la apertura del contenedor -tarea habitual en las labores de inspección de aduanas- y en ese momento seprodujo la deflagración, que afectó a un guardia civil, un despachante -representante de la empresa consignataria- y dos manipuladores -también contratados por el consignatario- de origen oriental, siempre según Renfe.

Estas cuatro personas y un quinto herido fueron trasladados y atendidos en los hospitales de Getafe y La Paz.