Los religiosos de Euskadi consideran que monseñor Setien siempre ha condenado, sin ningún tipo de reserva, los crímenes de ETA.

Por ello, han decidido expresar suprofundo malestar "por la reciente difusión de afirmaciones calumniosas de quienes públicamente lo han censurado, calificándole de ambiguo y benévolo para con los asesinatos de terroristas".

"La misma contundencia que empleamos para condenar sin reservas la violencia", agregan en un comunicado, "hemos de utilizarla, en forma de empeño constructivo, para edificar la paz con todas nuestras fuerzas".

Asimismo, los religiosos vascos se identifican con José María Setién cuando el obispo de San Sebastin condena otros tipos de violencia y exigen a los agentes sociales que consideren el aspecto político "que se encierra en el conflicto", al tiempo que se muestran a favor del diálogo y el entendimiento.

Por último desmienten "la supuesta desafección de los cristianos de Guipuzcoa con su obispo", y constatan y hacen suyo "el dolor de tantos por el vilipendio de su pastor y el agradecimiento por guía serena y por su reclamo esperanzado a construir entre todos una sociedad más pacífica, libre y reconcilida".