La diabetes tipo 2 ha experimentado un elevado incremento de su incidencia entre la población más joven de Estados Unidos, registrándose 3.700 nuevos casos entre 2002 y 2003 siendo hispanos, afroamericanos e indios nativos los más afectados.

El tratamiento temprano, y cambios en el estilo de vida, como una alimentación sana y la práctica de deportes pueden ayudar a los niños con esta dolencia, e incluso eliminar sus síntomas.

Sin embargo, los niños con diabetes tipo 2 se enfrentan a problemas asistenciales cuando llegan a la adolescencia y la juventud, ya que dejan de depender de los servicios pediátricos y de estar cubiertos por los seguros médicos de sus padres.

La diabetes no tratada puede tener graves complicaciones, entre ellas ceguera, fallo renal, problemas cardiovasculares y amputaciones, que antes se registraban principalmente entre personas de 60 años o más, pero que debido al aumento de la incidencia de esta dolencia entre los jóvenes previsiblemente aparecerán antes.

Por ello, los especialistas subrayan la necesidad de mejorar la asistencia médica para que los jóvenes con diabetes lleguen a la edad adulta sanos.

También reclaman nuevos programas educativos dirigidos a alumnos en edad preescolar, para combatir hábitos como el consumo excesivo de comida rápida y la falta de ejercicio físico.