La reina jugó con los niños, les besó y acarició, vio los ejercicios que realizan y cómo les dan de comer y comprobó los excelentes resultados del método considerado como el más avanzado del mundo en la rehabilitacón de niños afectados por parálisis cerebral.

Durante 25 minutos los profesores del instituto explicaron a la reina la técnica que utilizan para desarrollar físicamente a estos niños, con el fin de posibilitar su autosuficiencia motriz y física cuando sean mayores, método combinado con una educación especial en la que se integran los padres.

La media docena de niños españoles que siguen el tratamiento en este instituto, creado hace 20 años por el doctor Andreas Peto, le cantaron una canción a la eina y le regalaron un sombrero hecho por ellos.

Doña Sofía, en un acto emotivo, conversó con los familiares de los niños, que reciben también adiestramiento e instrucción para que puedan cuidar y atender lo mejor posible a los menores en su casa.

A la misma hora, el rey don Juan Carlos clausuró un encuentro empresarial hispano-húngaro, donde recordó el "papel crucial" jugado por los empresarios españoles durante la transición y ofreció esta experiencia a los empresarios húngaros.

Don Juan Crlos animó, una vez más, a los hombres de negocios de ambos países para que incrementen las relaciones económicas y comerciales y destacó que Hungría ofrece un marco muy favorable y estable, así como unos magníficos recursos humanos que pueden servir de lugar de implantación de las empresas españolas con deseos de expandirse hacia los mercados europeos.

Los reyes también visitaron el Museo de Bellas Artes de Budapest, donde se exponen 80 obras de una colección de pinturas españolas, que es la más impotante fuera de España. Gracias al acuerdo de cooperación científico-cultural firmado en 1994 y que permitió catalogar y restaurar varias obras pictóricas españolas, los reyes pudieron admirar obras de Goya, Velázquez, Zurbarán y Murillo, entre otros.

La jornada matinal finalizó con la visita de los reyes a la Escuela Bilingüe Hispano-húngaro (9.000 personas estudian español en Hungría), donde dos niñas recitaron delante de los reyes poemas de García Lorca en castellano.