Doa Sofía, que visitó ayer, domingo, el pabellon de la institución de los ciegos, prolongó en más de una hora y media una visita que en principio estaba programada para tan sólo media hora de duración.

Hoy, fue la infanta Cristina la que tuvo la oportunidad de conocer los múltiples recorridos instalados en el recinto de la ONCE, destinados a sensibilizar a los visitantes, a través de la experimentación personal, sobre las condiciones y trabas físicas que los disminuidos tienen que sortear en el mundo rel de cada día.

Las dos ilustres visitantes decidieron probar por sí mismas lo que supone ser invidente y, provistas de unas gafas opacas y un bastón, recorrieron el "mundo sin barreras", un circuito que simula las condiciones y trabas físicas que deben superar los ciegos en las grandes ciudades, representado por sillas que se mueven, barandillas, las operaciones de subir y bajar de un autobús o los bordillos de la aceras.

Doña Sofía, que pidió hacer el itinerario sin la ayuda de nadie, tropezó enel "mundo sin barreras" con una silla, lo que la hizo parar e intentar saber qué era lo que la había impedido avanzar. Su majestad comenzó a palpar el objeto que encontró en su camino hasta que reconoció el mueble que le impedía el paso.

Por su parte, la Infanta doña Cristina hizo hoy el recorrido acompañada por Carmen Mariano, esposa del comisario del pabellón, por lo que el paseo fue menos accidentado que el de su madre.

Gran interés también despertó en la reina y la infanta el aula de educació especial para niños invidentes y sordomudos. Doña Cristina se mostró inclinanda de manera especial por un ordenador utilizado en la enseñanza del habla para niños mudos.

El pabellón de la ONCE, que ocupa casi 2.500 metros en la zona oeste del complejo de la exposición universal también alberga el denominado "hogar adaptado", que presenta la modificaciones necesarias en una casa para personas con minusvalías físicas y sensoriales; una sección que también impresionó mucho a la reina.

El momento má divertido de la visita fue sin duda cuando la reina tuvo ocasión de jugar al baloncesto sentada en una silla de ruedas. De las dos veces que tiró a canasta, encestó una, lo que fue premiado con una ovación por parte de los componentes de la comitiva oficial que la acompañaba.

BALANCE "MUY POSITIVO"

Tanto la Reina Sofía como su hija menor estuvieron acompañadas en sus respectivas visitas por el comisario del pabellón de la ONCE, Félix Fernández Delso, quien hizo un balance muy positivo tanto de la aeptación popular, como de los resultados sociales de la representación de la ONCE en la EXPO.

"Cuando comenzó la Expo, hicimos una estimación de asistencia, de público y calculamos, siendo muy optimistas, medio millón de visitantes durante los 170 días que permanecerá abierta. Ahora ya llevamos casi 1.800.000 personas, por lo acabaremos por multiplicar por 4 nuestras previsiones", explicó Ramírez.

"Al principio, parecía que nuestro pabellón iba a ser especial para aquellas personas con minusvalía y sus familiares. El sorprendente éxito del pabellón de la ONCE estriba", según su director, "en una participación activa de los visitantes, que pueden tocar, manejar e involucrarse en el mundo de los minusváildos a través de los circuitos educativos".

"El aumento de los visitantes", agregó, "ha sido proporcional al incremento de personas que han acudido en las últimas semanas a la EXPO. Así, en junio fue un mes en que recibimos pocos visitantes, mientras que en estos días recibimos más de 20.000 peronas".

Para Ramírez, el creciente éxito del pabellón de la ONCE no tiene nada que ver con el de los Juegos Paralímpicos que se celebran desde el pasado 3 de septiembre en Barcelona, "aunque desde luego tambíen están haciendo una gran labor en el proceso de integración de los minusválidos en nuestra sociedad".

En su opinión, "los beneficios de este recinto serán únicamente sociales. Buscamos la integración social y laboral de las personas, ya que no hay nada más grande que este tipo de recompensa.La rentabilidad es eminentemente en un plano humano y debe redundar en el reconcimiento de las capacidadesd e de los minusválidos, a quienes queremos transmitir un mensaje de optimismo", explicó.

El recinto de la ONCE en la EXPO'92 De Sevilla, construido con carácter permanente y bajo el lema "un mundo sin barreras", sirve también para prestar distintos servicios de atención a los minusválidos que visiten el recinto de la Cartuja, como mapas para bordear barreras arquitectónicas o alojameintos adecuads para pesonas minusválidas.