Según explica AESLEME, la función del reposacabezas es limitar el movimiento del cuello durante una colisión y reducir el riesgo de sufrir una tetraplejia. Así, son especialmente eficaces en accidentes por alcance (cuando nos envisten por detrás), ya que en un 27% de estos casos se producen lesiones.

A pesar de las graves lesiones que pueden producirse en el cuello como consecuencia de un accidente de tráfico, dos de cada tres usuarios llevan mal regulado el reposacabezas.

AESEME explica que, para que el reposacabezas sea efectivo, debe estar bien regulado: estando correctamente sentados, su borde superior debe quedar aproximadamente a la altura de los ojos o cejas y nunca por encima de la nuca. Asimismo, la distancia de separación entre el reposacabezas y la cabeza deberá ser de unos 4 centímetros, pero no superar nunca los 10 centímetros.

Concienciar de la importancia de regular bien el reposacabezas es uno de los principales retos de AESLEME, que lleva 10 años realizand la campaña "Te puede pasar", de prevención de lesiones medulares y cerebrales, que se producen fundamentalmente por accidentes de tráfico.

Gracias a esta iniciativa, más de 500.000 jóvenes españoles han sido informados de los riesgos que conlleva no usar los sistemas de seguridad pasivos, entre los que se encuentran, además del reposacabezas, el cinturón, el casco y el airbag.