En un comunicado, los organismos reguladores de estos países señalaron que "el aumento en la capacidad de la línea Lacq-Calahorra, la construcción de una línea Bilbao-Lussagnet en la costa atlántica y la construcción de una nueva línea en la costa mediterránea contribuirían al desarrollo de l competencia en el mercado interior del gas incrementando el número de suministradores potenciales tanto en la Península Ibérica como en el Suroeste de Francia".

Asimismo, aseguran que este tipo de medidas también permitirían que un gran número de consumidores se beneficiaran de los almacenamientos de gas existentes y futuros.

Estas interconexiones ampliarían los mercados de gas para las nuevas instalaciones de importación, la línea Medgas entre Argelia y España, y los nuevos terminales de GNL enEspaña, en Portugal y en el sur de Francia.

Por otro lado, facilitarían la creación de centros de comercio que comprendieran la Península Ibérica y el Sur de Francia, que son necesarios para el buen funcionamiento del mercado interior del gas, y mejorarían la seguridad de suministro de gas en la Península Ibérica y en el suroeste de Francia. "Estos son prerrequisitos para una integración real de la Península Ibérica y el Suroeste de Francia en el mercado interior de la energía", afirmaron.

Los reuladores de energía de Francia, Portugal y España promoverán la implantación de incentivos económicos apropiados, sistemas de tarifas transparentes y reglas de acceso no discriminatorio a las redes, facilitando el desarrollo del comercio eficiente de gas.