Según la OCU, que ha inspeccionado establecimientos de ocho comunidades autónomas, en la primera visita que se hace a un concesionario suelen dar el precio de venta recomendado por el fabricante más el descuento "oficial" de éste y del vendedor. La rebaja puede alcanzar las 300.000 pesetas, pero no es raro que el precio de partida esté inflado, por lo que el beneficio real para el consumidor erá muy escaso.

En una segunda visita, el precio ofrecido es el que más se acerca al verdadero coste del coche. En esta ocasión, se suele lograr un nuevo descuento de 20.000 a 55.000 pesetas.

En la tercera visita es en la que entran en juego los márgenes de beneficio de los concesionarios, las comisiones del vendedor y los deseos de vender. El estudio revela un notable cambio de actitud en los dependientes, que se muestran más interesados y atentos.

En más de la mitad de los concesionarios, a diferencia notada fue superior a las 50.000 pesetas, e incluso superó las 90.000 en cuatro casos.

La OCU aconseja comprar un coche nuevo a comienzos de mes, que es cuando suelen empezar las campañas de publicidad de los fabricantes de automóviles. Además, justo antes del verano, en el mes de junio, y a finales de año, en diciembre, se pueden encontrar las mejores ofertas.

El informe recomienda también para lograr buenos precios llevar ofertas por escrito a concesionarios competidores, aprovecha las rebajas de los coches en "stock" y que el comprador haga las gestiones de matriculación y no el concesionario. Este último "truco" permite ahorrarse unas 30.000 pesetas.

El informe también ha comparado los precios de los coches en los países de la Unión Europea, y concluye que Dinamarca es el Estado donde a un español le puede resultar más barato ir a comprar un coche, si bien la distancia entre las dos países supone un gasto en gasolina que hace desaconsejable esta opción.

En cambio, ir a Prtugal puede ser más interesante, porque en ese país el ahorro llega en torno al 15 por ciento de diferencia respecto a España.