REDONDO: ME PREOCUPA Y ATERRA QUE GONZALEZ Y SOLCHAGA PRETENDAN VOLVER A GOBERNAR CON LOS MISMOS SOPORTES IDEOLOGICOS

MADRID
SERVIMEDIA

El ex secretario general de UGT Nicolás Redondo ha declarado a Servimedia que le "preocupa" y "aterra" que Felipe González y el PSOE pretendan volver a gobernar sin haber hecho una "autocrítica" de los errores cometidos en sus 13 años de Gobierno, y manteniendo los mismos planteamientos ideológicos y políticos de entonces.

Redondo respondió, en una entrevista a esta agencia, al libro de Carlos Solchaga sobre "El final de la edad dorada", en el que, ademásde lanzar duros ataques personales contra el ex dirigente ugetista, Solchaga detalla cómo las relaciones entre el Gobierno del PSOE y UGT se fueron enrareciendo, no sólo por la política económica e industrial del Ejecutivo, sino también por las diferencias personales entre Redondo y Felipe González.

El dirigente sindical no quiso contestar a las acusaciones personales de Solchaga, "porque eso formaba parte ya del discurso oficial de la Moncloa en aquellos años, y entonces siempre se me criticaba con rzones de tipo personal, que si estaba frustrado, que si tenía un orgullo desmedido... No quiero entrar en eso, me parece deleznable".

Redondo negó que las malas relaciones entre el Gobierno socialista y UGT se debieran a diferencias personales entre él y González, y explicó que obedecían a "opciones ideológicas y políticas contrapuestas". "Aquí lo que ha habido", explicó, "son dos conceptos de un socialismo, no como dice él -Solchaga- de un socialismo moderno y uno arcaico".

Según Redondo, estas os concepciones del socialismo son la socialdemócrata, que defiende UGT y él mismo, y la de un social-liberalismo "que él -Solchaga- y el propio Felipe González representaban y siguen tan fervorosamente representando".

"Tenemos la triste herencia de un 21% de paro, un 35% de temporalidad y un recorte profundo a los derechos de los trabajadores", agregó, "y creo que, tanto Solchaga como aquellos que gobernaron con él, tendrían que reflexionar, y, de hecho, si fueran coherentes, tendrían que haber renuniado a cualquier actividad política después de este desaguisado".

Redondo indicó que el libro de Solchaga contiene un número importante de "errores o intencionalidades". A este respecto, aseguró que él nunca ha pedido el voto hacia ningún partido siendo secretario general de UGT, al tiempo que calificó de "profundo error" que Solchaga diga que la promesa de crear 800.000 empleos, realizada por el PSOE en la campaña electoral de 1982, fue una imposición de UGT.

Según Redondo, tampoco es cierto lo eferente a la reconversión industrial. A este respecto, recordó que UGT firmó un acuerdo con el Gobierno en 1984, de cuya negociación fue desplazado Solchaga porque no estaba a favor de él. "Lo que sí se constató después es que fue un fracaso total y absoluto en su aplicación, y eso sí fue responsabilidad del Ministerio de Industria".

Redondo, que dijo que hay cosas que Solchaga olvida en el libro y que "sería positivo que se tuvieran en cuenta", como el acuerdo alcanzado en 1990 con el Gobierno (la Popuesta Sindical de Progreso), recordó que UGT participó en 3 huelgas, la del 88, 92 y 94, que contaron con el apoyó de todo el movimiento sindical, y se preguntó "si alguien puede creer de verdad que estas huelgas fueron por razones de orgullo o de odio".

"ENGAÑO" E "IMPUDICIA"

"A mi me preocupa de verdad", dijo, "que no sean capaces de analizar las cosas en las que se equivocaron. Aqui hay un profundo engaño e, incluso, yo diría que una impudicia cuando se habla de un liberalismo que nada tiene qu ver con el de Indalecio Prieto o el de Fernando de los Ríos, que eran partidarios de la revolución liberal, pero también de la revolución social".

Aseguró que el liberalismo que defienden González y Solchaga "pretende el desmantelamiento del Estado de Bienestar" y su sustitución por un estado asistencial, de mínimos, y criticó duramente las propuestas de Solchaga de recortar las prestaciones por desempleo y abaratar el despido para motivar a la gente a buscar empleo, "como si el problema del paro fuea un problema de falta de entusiasmo".

Según Redondo, González y Solchaga defienden "una política totalmente asimétrica: para motivar al rico, hay que enriquecerle, y para motivar al pobre, hay que empobrecerlo". "Yo creo que calificar esta política de socialismo moderno o social democracia es un sarcasmo. A mi me parece esto bastante disparatado y bajo el punto de vista social, político y económico es de una profunda impudicia", agregó.

"Lo que me preocupa y me aterra es que con estos argumentosy soportes ideológicos pretendan volver a gobernar, sin haber analizado los errores cometidos, sin haber hecho la más mínima autocrítica de 13 años de Gobierno. Esto me aterrra, esa obsesión por volver sin jamás decir para qué, porque si va a ser para hacer más de lo mismo no deja de ser altamente preocupante".

(SERVIMEDIA)
04 Mar 1997
NLV