Según Madrazo, Redondo "tendría que entender que su etapa ha pasado y que representa una etapa de fracaso después del 13-M y que tiene que haber aires nuevos y caras nuevas (en el PSE)".

A su juicio, la dimisión en sí misma evidencia "que el PSE tiene un debate pendiente por una profunda crisis interna. Y lo que debe hacer es abordar ese debate sin más tapujos y simás paños calientes".

"Espero que la dimisión de Redondo contribuya a que se haga ese debate y se clarifique la línea política del PSE, que es muy errática para el proceso de paz y para la unidad de la izquierda".