Las manifestaciones celebradas en toda spaña bajo el eslogan "Se equivocan, así no es posible" se centraron en la oposición al "decretazo". La participación fue sensiblemente mayor que la del año pasado, con decenas de miles de personas en los casos de Madrid y Barcelona.

En el mitin final de la capital de España, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez pidieron nuevamente la retirada del decreto de seguro de paro y se mostraron convecidos de que el paro general del 28 de mayo tendrá un éxito total.

Redondo acusó al Gobierno de oponer el oder de sus votos a las demandas sociales de quienes les votaron, y dijo que es "hipócrita" acusar a los sindicatos de politizar su actuación sindical.

Adujo que en Alemania han convocado cuatro días de huelga en los servicios públicos "y nadie dice que vayan contra la democracia, porque ejercen un derecho constitucional".

En relación con el "decretazo", dijo que el Gobierno practica una "doble moral", al condenar al parado que gana algún dinero adicional haciendo "chapuzas" mientras que a "un seretario de Estado que compatibiliza su sueldo con las 90.000 pesetas que cobra por asistir a Consejos de Administración le llaman padre de la patria".

Afirmó que el "decretazo" no puede corregirse ni con medidas cosméticas ni con "cirugía plástica" y que el Plan de Convergencia es un programa de "ajuste puro y duro" que responde a una filosofía neoliberal "impropia de la izquierda".

El líder ugetista negó que en la convocatoria de huelga hayan intervenido enemistades personales con Felipe Gonzále o Solchaga, a quien acusó de mentir al afirmar que los sindicatos impusieron condiciones previas al diálogo. "Es preocupante que un Gobierno haga del embuste la acción de gobierno fundamental", añadió.

Redondo dijo que este Primero de Mayo significa el fin de un ciclo de ilusión por el cambio hacia una sociedad más solidaria y con más moralidad pública, "que tiene como triste final el desencanto y tensiones sociales como no se han visto desde hace muchos años".

Culpó de esta situación a los dirientes socialistas "que hace poco defendían valores sociales y ahora sólo se preocupan de defender sus poltronas", además de dar su apoyo a "los nuevos y viejos ricos".

"EL SILENCIO DE LOS CORDEROS"

Por su parte, Antonio Gutiérrez censuró duramente a los parlamentarios que votaron ayer la convalidación del "decretazo", al afirmar que habitualmente practican el "silencio de los corderos" pero en esta ocasión prefirieron "balar" contra los sindicatos.

Afirmó que el déficit del INEM no responde al raude los parados sino a la excesiva rotación de trabajadores en un mismo puesto de trabajo como consecuencia de la temporalidad de los contratos, que hizo que en 1991 se registraron 5,5 millones de colocaciones para sólo 100.000 nuevos empleos.

Según Gutiérrez, eso significa que "el patrón de turno ha chupado 55 veces de la teta de las subvenciones" abonadas por el Estado para fomentar la contratación. "No se puede poner el Estado al servicio de los más poderosos y contra la mayoría de la sociedad", ñadió.

El líder de CCOO, tras afirmar que la patronal española es la más subsidiada de Europa, acusó al presidente de la CEOE, José María Cuevas, de haber participado en el sindicato vertical franquista "que negaba la democracia en la doctrina y por la fuerza".

Pidió a todos los votantes que no se dejen "engañar" por los eslóganes y cárteles del PSOE en las próximas elecciones y que tengan presente que la imagen real de Felipe González es la que le sitúa "entre Cuevas y Solchaga".

Según Gutirrez, el Plan de Convergencia que quieren los sindicatos se basa en la reducción del paro, el recorte de los veinte puntos de renta "per capita" que hay entre España y la media de la CE, una mayor protección social, la aplicación de una política industrial y medidas para el equilibrio regional.

Finalmente, expresó su respulsa por los atentados realizados ayer contra las sedes del Ministerio de Trabajo y el INI, a cuyos autores calificó de "imbéciles" y "asesinos".

DESACUERDO VASCO

También en Marid, varios miles de personas participaron en la manifestación convocada por el sindicato USO, que contaba con el apoyo de la central CSI-CSIF. El líder de USO, Manuel Zaguirre, acusó al Gobierno de ser "implacable con los débiles y servil con los poderosos".

En Barcelona, la manifestación del Primero de Mayo reunió a 30.000 personas, según la Guardia Urbana, y 60.000, de acuerdo con los organizadores.

En Bilbao y las capitales vascas, UGT y CCOO participaron en las manifestaciones junto con ELA-TV, el sindicato mayoritario en esta comunidad autónoma. Su secretario general, José Elorrieta, manifestó que la huelga general "va a ser dura pero la vamos a ganar".

ELA-STV quiere convencer a UGT y CCOO para que la huelga del 28-M tenga una duración de 24 horas en esta comunidad, lo que será discutido la semana próxima. En Cataluña, ya está fijada la huelga entre las cinco de la madrugada y las 17 horas, lo que la convierte prácticamente en una huelga total, mientras que en Madrid se desarrollará dede las cero a las 12 horas.