Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la cifra de negocio ascendió a 634,6 millones de euros, un 20,8% mayor, mientras que el beneficio bruto (Ebitda) creció un 19,7%, hasta los 438,4 millones de euros, y el neto de explotación (Ebit) lo hizo un 10,1%, alcanzando los 269,2 millones de euros.

La compañía destaca los efectos en estas cuentas desde el 15 de febrero de la incorporación de Inalta, que controla los activos que pertenecían a Iberdrola.

También influyen la venta de las acciones de Red Eléctrica Telecomunicaciones a T-Online; la materialización del acuerdo de compra-venta de activos de transporte con Unión Fenosa, que ha reportado una plusvalía de 19,4 millones de euros antes de impuestos, así como la incorporación de los activos de transporte de Viesgo desde el 1 de enero.

Las inversiones consolidadas en los nueve primeros meses del año han ascendido a 585,1 millones de euros, incluidos los 247 millones de la adquisición de Redalta, propietaria de Inalta. Mientras, los gastos se situaron en 199,4 millones de euros, un 23,7% más.