Esta herramienta, presentada en el marco de la jornada ‘Observando la realidad de la violencia de género en la intervención en adicciones’ organizada por la red en la sede de los Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca bajo el título ‘Protocolo de detección implícita de violencia de género en mujeres con adicciones’, es el resultado de un estudio realizado por UNAD con la colaboración del Centro de Investigación en Derechos Humanos y Políticas Públicas ‘Diversitas’ de la Universidad de Salamanca, según precisó la organización en un comunicado.

El evento, al que asistieron más de cien personas procedentes del entorno social, académico e institucional, se desarrolló bajo la premisa de constituir un espacio de “sensibilización” sobre los procesos de intervención con mujeres en situación de exclusión social y con sus agresores e incluyó mesas dedicadas a la exposición de casos prácticos de atención desde las entidades sociales, al debate sobre la necesidad de recursos específicos para mujeres y a la presentación del Observatorio de Violencia de Género de UNAD.

La directora del Centro de Investigación en Derechos Humanos y Políticas Públicas ‘Diversitas’ de la Universidad de Salamanca, Nieves Sanz, fue la encargada de abrir el evento reconociendo que el ámbito universitario puede “aportar el conocimiento, el análisis y la investigación, pero sin la intervención en el día a día esto no serviría para nada”, por lo que invitó a “trabajar de forma estrecha en la realidad de unos problemas gravísimos que requieren soluciones interdisciplinares”.

A continuación, la vicepresidenta de UNAD, Felisa Pérez, alertó de que la violencia de género “se da mucho más de lo que podríamos imaginar” y recordó que “los pocos estudios existentes en este ámbito” cifran entre el 60% y el 80% el porcentaje de mujeres drogodependientes que ha sufrido violencia, “muchas” de ellas violencia sexual, durante su período de consumo.

En este contexto, reivindicó la necesidad de atajar estas situaciones con más medios puesto que, a su juicio, “existen muy pocos recursos disponibles que trabajen la violencia de género en relación con otros factores”.

ATENCIÓN INTEGRAL

En la misma línea, el vocal de UNAD Castilla y León, Luis Iglesias, resaltó la urgencia de prestar “especial atención” para trabajar “no solo en la prevención, sino también en herramientas y protocolos para llevar a cabo un abordaje y una atención integral” a las víctimas de violencia de género, una población que está incluida en las más de 1.200 personas con adicciones que reciben atención en la red UNAD Castilla y León.

Durante el bloque dedicado al Observatorio de Violencia de Género de UNAD, la docente e investigadora de la Universidad de Salamanca Eva Picado aclaró que el protocolo servirá para llevar a cabo una “detección implícita”, al entender que resulta “muy difícil que las mujeres verbalicen que han sido víctimas de violencia”.

La investigadora precisó que se trata de una herramienta que ayudará a “identificar esa cifra más invisible” podrá ser utilizado “en cualquier punto del proceso de intervención”, convencida de que “es muy importante cómo se sienten las víctimas, pero también el punto de vista científico” que aporta el manual.

El presidente de UNAD, Luciano Poyato, fue el encargado de clausurar las jornadas reconociendo que hace ya años que la red se dio cuenta de la existencia de “muchas dificultades para que las mujeres accedieran a los recursos de tratamiento”.

En el mismo sentido, la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Salamanca, Miryam Rodríguez, hizo hincapié en que las “connotaciones sociales” que se le “atribuyen” a la mujer que consume “suelen ser mucho más graves” que, en el caso de los hombres, lo cual, a su entender, “conduce más fácilmente a que la mujer esconda tanto su perspectiva de adicción como de violencia de género”.

APOYO INSTITUCIONAL Y SENSIBILIZACIÓN

Frente a esta realidad, Rodríguez defendió que las “problemáticas” abordadas en este seminario “necesitan del apoyo institucional” así como de “la sensibilización necesaria para poner remedio” a situaciones como las que viven las mujeres víctimas de violencia.

Del mismo modo, la gerente regional de Servicios Sociales de Castilla y León, Esperanza Vázquez, abogó por “dar un trato muy especial en el modelo a las víctimas de violencia de género mayores de 65 años, a aquellas con discapacidad o con adicciones”. “En la violencia de género, el tema de la intolerancia es vital y tenemos que seguir trabajando en la educación, en el cambio de cultura y en la sensibilización”, agregó la también comisionada regional para la Droga.

Por último, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, estimó “fundamental” el hecho de “apoyar y alentar al tercer sector en España”, consciente de que, de no ser por su trabajo, “tendríamos una sociedad menos libre, más vulnerable y con menos oportunidades”.

El proyecto también ha contado con la colaboración de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y se ha llevado a cabo con la financiación del del Ministerio de Igualdad y del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.