Los arpones están descritos y documentados en el "Catálogo de arte mueble del paleolítico cantábrico" y en la publicación "Hombre fósil" del catedrático de la Universidad de Madrid Hugo Obermaler, como pertenencietes a las cuevas de Morín y Racaño, en la provincia de Santander.

El arpón azilense, de doble hilera de dientes y perforación central en el hojal, posee marcas rectas, paralelas a la orientación de los dientes, a un lado y otro de su base.

La pieza del periodo magadeleniense, de una hilera de dientes, tiene abultamientos y trazos perpendiculares o ligeramente oblícuos sobre las bases de los dientes.

Según las mismas fuentes, las dos piezas arqueológicas se incorporarán en breve a la colecció a la que pertenecen en el Museo de Ciencas Naturales de Madrid.