Después de más de 28 meses de trabajo, las tuneladoras debían coincidir en un punto fijado, tras haber agujereado cada una unos 14 kilómetros de montaña en una circunferencia de 8,50 metros de diámetro.

A la hora de hacer confluir las calas, la desviación de uno de los túneles sobre el otro era de sólo un centímetro en la altura y diez centímetros de variación en la comparación izquierda/derecha.

"Son los límites de exactitud de la topografía y el dato más exacto nunca conocido en la historia de los túneles", defendió el experto de Dragados, antes de subrayar que, además, la parte excavada de la montaña era "una roca muy resistente", lo que dificulta aún más esta coincidencia de una tuneladora "cuando va a buscar a la otra".

"Ha sido un éxito y una satisfacción total de todos los que hemos trabajado en este proyecto", continúo, antes de reiterar que "no hay precedentes en el mundo con esta precisión".

QUINTO DEL MUNDO

Las tuneladoras tienen más de 200 toneladas de peso y 250 metros de longitud y han conseguido extraer más de cuatro millones de metros cúbicos de roca, del que el 20% se reutiliza para el recubrimiento interior de los túneles.

Cada tuneladora ha avanzado unos 16 metros diarios y han conseguido realizar dos subterráneos paralelos de 28,3 kilómetros de longitud cada uno, conectados por galerías de emergencia situadas cada 250 metros. Además, hay una sala, también de emergencia, de 500 metros, situada a la misma distancia de las dos bocas.

Las cuatro actuaciones para dar lugar a los dos túneles tendrán un coste total de unos 1.140 millones de euros, de los que más del 70% son financiados por fondos comunitarios.

Este túnel será el quinto más largo del mundo, con sus 28,37 kilómetros, por detrás de Gotthard (Suiza), con 57 kilómetros; Sei-Kan (Japón), con 53,8 kilómetros; el túnel de la Mancha, con 50,4 kilómetros; y el de Loetschberg (Suiza), con 34,5 kilómetros.