La petición había sido formulada por Izquierda Unida y por el Grupo Mixto después de las reiteradas expulsiones de delegaciones españolas que pretendían visitar el Sáhara.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, alertó de la "escalada peligrosa" que Marruecos ha iniciado en su relación con los territorios ocupados y que repercute en las relaciones bilaterales de España con todos los países del Magreb.

Llamazares advirtió al Gobierno de que la "instrumentalización" del Sáhara en el objetivo de mejorar las relaciones con Marruecos han permitido a este país "malinterpretar" esa posición de España como "un aval a su política de ocupación".

Ahora Marruecos "se ve más fuerte", también en Naciones Unidas, y prueba de ello es que ha emprendido juicios sumarísimos y la represión como única respuesta a la "intifada" de los saharauis.

La petición de comparecencia de Moratinos fue respaldada por el PP, cuyo portavoz, Gustavo de Arístegui, subrayó la necesidad de que el Gobierno explique en el Parlamento su "política errática" en esta custión sensible de la política exterior.

Denunció que existen "continuas meteduras de pata" de la diplomacia española en este ámbito, como la mención a Marruecos en condición de "potencia administradora" del Sáhara, además de numerosas declaraciones "tibias".

La petición fue también respaldada por el PNV, dada la gravedad de la situación que padece el pueblo saharaui, según explicó el portavoz, Josu Erkoreka.

También Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) la apoyó. Su portavoz, Joan Puig, aseguró que el Gobierno debe actuar como "responsable" de esa situación como antigua potencia colonizadora para evitar la "brutal represión a un pueblo que hace años que busca poder gobernar su territorio".

EN SEPTIEMBRE

Más ambiguo fue el portavoz de Coalición Canaria, Luis Mardones, quien abogó por dar un voto de confianza a la diplomacia española ante los incidentes.

El portavoz de CiU, Pere Grau, rechazó la comparecencia por entender que este asunto ya está "atendido" desde el Parlamento y lo necesario son gestiones del Gobierno y también de la ONU para abrir una vía de negociación entre Marruecos y el Sáhara.

El portavoz del PSOE, Rafael Estrella, rechazó la petición por no ver la urgencia de la comparecencia, aunque aseguró que se podría celebrar "en las primeras semanas" del próximo periodo de sesiones.

Estrella centró su intervención en criticar la posición del PP, partido al que reprochó haber estado ocho años desde el Gobierno "humillando y ultrajando" a los saharauis, incluso anulando acuerdos de hermanamiento.

Cuando se pasa "de la ignorancia y la humillación al intento de manipulación, se convierte en cinismo, que es políticamente inmoral", dijo Estrella.