La norma establece valores objetivo de concentración de ozono que deberá cumplirse en el bienio 2010-2013, para proteger la salud de las personas, y en el quinquenio que comprende de 2010 a 2015, para la protección de la vegetación. El valor objetivo para proteger la salud se establece en 120 microgramos/m3.

También se regulan los umbrales de información y de alerta para las concentraciones de ozono, que quedan en 180 microgramos/m3 y en 240 microgramos/m3, respectivamente.

Las Administraciones públicas competentes deberán suministrar información periódica, tanto a l población como a la Administración sanitaria, cuando se superen estos umbrales o cuando se prevea que pueden ser superados.

El ozono troposférico se forma de una reacción química, en presencia de la luz solar, de los denominados "precursores del ozono" (los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles) que, en buena parte, son de origen natural (provocados por las tormentas, los incendios forestales o las emanaciones de la vegetación o los volcanes, por ejemplo) y otras veces se deben al ráfico rodado y al uso de combustibles fósiles o la utilización de disolventes.

El Real Decreto incorpora al ordenamiento jurídico español la Directiva comunitaria relativa al ozono en el aire ambiente. Hasta ahora, los niveles de ozono troposférico estaban regulados en España por un Real Decreto de 8 de septiembre de 1995, que queda derogado con el Real Decreto aprobado hoy.