Las autoridades municipales exigieron a la empresa constructora una reparación definitiva del faro, que estaba en periodo de garantía cuando sucedieron los desprendimientos. La constructora añadió a los anclajs ya existentes otros tantos, pero mejorando la fijación.

El concejal de Obras, Enrique Villoria, aseguró hoy que "en esta ocasión, las pruebas de laboratorio se han efectuado con vientos de hasta 200 kilómetros por hora, es decir, los que supondrían uno de los más fuertes huracanes en las costas de los Estados Unidos o del Caribe, que naturalmente no se dan en nuestra ciudad".