"Yo creo", dijo Jáuregui a Onda Cero, "que el nacionalismo vasco pactica una política pragmática de lunes a viernes, los domingos se pone loco y los días de Aberri Eguna más".

El dirigente socialista se mostró partidario de mantener el Gobierno de coalición en Euskadi. "Creo, dijo, "que haríamos un flaco favor al país, no solamente al País Vasco sino al conjunto del Estado, al conjunto de España si nosotros cuestionaramos nuestra coalición introduciendo en el País Vasco una inestabilidad, una incertidumbre grande, e incluso volcando al PNV hacia otras opciobnes nacinalistas extremas".

"Sigo pensando", añadió Jáuregui, "que al PNV no le queda más remedio que una línea de pragmatismo, de realismo, de adecuación de su proyecto político a lo que son los tiempos y que no cabe la huida hacia adelante que se ha producido estos días y en esos excesos verbales. Estoy convencido de que esto va a ser así y, en todo caso, dejo a los electores vascos que reflexionen, que piensen y que decidan. Es el mejor barómetro para medir la reacción del PNV"

EXAGERADO

Por su part, José Luis Marcos Merino, vicesecretario general de los socialistas vascos, calificó hoy de "excesivamente exagerado" relacionar el discurso de Arzalluz con el atentado de ETA, aunque opinó que "no se deben dar argumentos a los etarras ni justificar actitudes de violencia".

"Tengo la convicción", dijo Marcos Merino a Radio Nacional, "que Arzalluz no tiene tanta influencia ni liderazgo sobre los etarras como para que la respuesta inmediata a un discurso suyo sea una acción terrorista de estas caractersticas. En el fondo es una coincidencia macabra, pero no hay que intentar relacionarla, porque no sería justo. Creo, no obstante, que no se deben dar argumentos a los etarras ni justificar actitudes de violencia que no tienen ninguna justificación".

Marcos Merino señaló que "determinados excesos en los discursos -hoy han sido que la Constitución impide por la armas el ejercicio de autodeterminación como otro día fue la descalificación a la Guardia Civil y otro el cuestionamiento del Rey o negar la conición de vascos a los que no son nacionalistas- creo que se deben corregir, porque así no vamos a ningún lado".

"Salvo que (Arzalluz) sufra delirios o alucinaciones, sus palabras no tiene otra explicación que la de carecer de otro tipo de argumentos, para movilizar a sus masas, y recurrir a este tipo de agresiones externas de enemigos de fuera, que ha sido muy explotado por los nacionalistas a lo largo de la historia y que parece que les da buen resultado, porque aglutina muy bien a su gente", añadió l dirigente socialista vasco.

Marcos Merino agregó que "poner en un mismo plano a ETA y al Ejército y acusar a la Constitución de estar impidiendo por las armas el ejercicio de autodeterminación del pueblo vasco, además de una gran mentira, es un acto de cinismo por parte de Arzalluz, que sabe que no es verdad y está convencido de ello".

"El problema", continuó, "es que no tienen el valor de decírselo a su gente y de decirle que ya vale de milongas y que lo que hay que hacer realmente es afrontarlos problemas y jugar dentro del marco que se tiene en este momento, que no es otro que el Estado español y Europa en los términos en que está planteado".