Rajoy intervino por segunda vez ante el Pleno de la Cámara Baja para responder a los discursos del resto de los grupos parlamentarios, incluido el del presidente del Gobierno, que minutos antes había sostenido en la tribuna que la reforma catalana no oculta ninguna pretensión soberanista.

"Señor Zapatero, hoy muchos españoles hemos visto que el problema es usted", sentenció al jefe del Ejecutivo, que le observaba desde la bancada azul del Gobierno. "El problema es que usted se ha convertido en un problema para el conjunto de los ciudadanos".

Rajoy llegó a la "terrible certeza" de que Rodríguez Zapatero "no sabe a dónde va ni a dónde lleva España", puesto que, en su discurso, no estableció los límites constitucionales a los que debería adaptarse el texto salido de Cataluña.

A su juicio, el presidente del Gobierno "no sólo carece de hoja de ruta" para corregir los preceptos supuestamente inconstitucionales del Estatuto, sino que "no sabe dónde está el timón" para dirigir el barco.

El presidente del PP advirtió a Zapatero de que "no puede mantener a la sociedad española en vilo sobre cómo va a ser el sistema de convivencia en el futuro", ni puede abrir una segunda transición para "discutir lo que somos" cada 25 años.

Adujo que también rechazaría una reforma estatutaria de cualquier otra comunidad autónoma, incluida Galicia, su tierra natal, que fuese en la misma línea de fondo que el texto aprobado por el Parlamento de Cataluña.

"Sólo me importa el contenido, que creo que es inconstitucional; el procedimienmto, que creo vulnera la Constitución; y la filosofía que lo inspira, que creo que es profundamente nacionalista", agregó.

Finalmente, Rajoy echó en falta que el resto de los grupos parlamentarios planteasen "más argumentos, más razones y menos tópicos" durante el debate, en lugar de criticar al PP por ser el único partido que se opone a la reforma.