El presidente del PP, Mariano Rajoy, compareció en rueda de prensa junto a los portavoces parlamentarios en el Congreso y en el Senado, Eduardo Zaplana y Pío García-Escudero, para presentar un conjunto de iniciativas encaminadas a rechazar la reforma del estatuto del País Vasco.

Además de la impugnación ante el Tribunal Constitucional y de la inadmisión en el Congreso, Rajoy anunció la solicitud de comparecencias parlamentarias de varios ministros y la convocatoria del Debate de las Autonomías en el Senado.

El portavoz del Grupo Popular en la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, pidió la celebración urgente de la Diputación Permanente porque "los diputados no pueden estar de vacaciones ante hechos de extrema importancia".

Zaplana reivindicó también un pleno extraordinario para que, si el Congreso admite la tramitación del "plan Ibarretxe", el pleno pueda rechazarlo "lo antes posible" y devolverlo al Parlamento de Vitoria por inconstitucional.

Además, pidió que tanto la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, como el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, comparezcan en el Congreso para explicar "por qué el Gobierno no ha impugnado el 'plan Ibarretxe'".

Zaplana exigió a su vez la comparecencia del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para esgrimir las razones que le han llevado a no recurrir ante el Tribunal Supremo la sentencia que exculpa a Juan María Atutxa de la no disolución de Batasuna.

Por su parte, el portavoz del PP en el Senado, Pío García- Escudero, anunció que su grupo va a solicitar formalmente la convocatoria de la Conferencia de Presidentes para debatir el proyecto soberanista del "lehendakari", pues entiende que "hay más motivos que nunca".

También instó a Zapatero a convocar el Debate de las Autonomías en el Senado para que el presidente dirima "cuanto antes" las consecuencias del "plan Ibarretxe" en el modelo de Estado junto al resto de los partidos y de los presidentes de comunidades.

RECUPERAR EL "ESPIRITU" DEL 78

Mariano Rajoy insistió en que, además de estas medidas, planteará a Rodríguez Zapatero la impugnación del "plan Ibarretxe" y la firma de un pacto de Estado sobre la Constitución en la entrevista que ambos mantendrán en el Palacio de La Moncloa el viernes.

El presidente del PP quiere que ese encuentro sirva para recuperar "el espíritu de la Constitución" que, en su opinión, ha roto Zapatero con las declaraciones en las que decía estar dispuesto a reformar los estatutos autonómicos sin el apoyo de los populares, las cuales tildó de "enorme irresponsabilidad".

Rajoy aseguró que es "de lógica y de sentido común" que el Gobierno actúe en estos temas junto al principal partido de la oposición e instó a Zapatero a conservar el "consenso" que permitió aprobar la Constitución española en 1978.

El líder del PP ofreció a Rodríguez Zapatero el apoyo de su partido contra el "plan Ibarretxe" "a cambio de nada" si bien, al mismo tiempo, le recriminó que guarde "silencio sepulcral" a la oferta de pacto de Estado.

Por último, Rajoy advirtió de que la aprobación del proyecto soberanista en el Parlamento del País Vasco puede tener consecuencias económicas para esta comunidad porque genera "incertidumbre y desconfianza" en el sector empresarial.

Se sorprendió de que los empresarios no hayan alertado a los ciudadanos de estas consecuencias pero interpretó que "es mucho pedir" dado el liderazgo que está ejerciendo el Gobierno en la lucha contra el plan del "lehendakari".