La primera enhorabuena llegó de las cinco personas que le acompañaron en el Recinto Ferial Ifema, entre las que se encontraban el director de campaña, Pío García-Escudero; el secretario ejecutivo de Comunicación, Gabriel Elorriaga; el sociólogo Pedro Arriola; la directora de Comunicación del PP, Carmen Martínez Castro; y un amigo de la juventud, Tomás Iribarren.

Al salir de Ifema, justo antes de montarse en el coche, Rajoy recibió una llamada de telefóno en el móvil que no tuvo reparos en atender a la vista de las cámaras. Se trataba de un grupo de unos 200 amigos de Pontevedra que estaban todos juntos reunidos siguiendo el debate y que habían quedado encantados con sus interveciones.

Pero la mayor sorpresa para Rajoy se produjo a su llegada a la sede nacional del PP, donde le esperaban unas 300 personas, todos ellos dirigentes del partido, trabajadores y militantes de Nuevas Generaciones que habían seguido el debate a través de televisión.

Todos ellos acogieron a Rajoy con una sonora ovación en plena calle, con besos y abrazos que se prolongaron en el vestíbulo de la sede del PP. Allí le esperaban, entre otros, políticos como Ángel Acebes, Sebastián González y Cayetana Álvarez de Toledo.

A través de unos altavoces sonaba "El vallenato", una canción colombiana en apoyo a Rajoy que un grupo de simpatizantes de este país le mandaron hace meses y que el PP utiliza en todos sus mítines.

La fiesta se prolongó hasta la una de la madrugada, después de la rueda de prensa del director de campaña del PP, Pío García-Escudero, quien destacó que Rajoy había sido "claro vencedor" del enfrentamiento con Zapatero.